No tengo donde cargarlo, pero quiero un coche eléctrico. Así es cargar sin plaza de parking
Lo ideal para poder disfrutar de todas las ventajas de un coche eléctrico es disponer de una plaza de garaje o de parking con su propio cargador. Es la forma más práctica y sobre todo económica de recargar a diario.
Sin embargo, no siempre es posible y a pesar de esa recomendación, hay quien da el salto a la movilidad eléctrica sin disponer de un punto de carga.
¿Tiene sentido comprarse un coche eléctrico si no disponemos de plaza de parking? Para averiguarlo he experimentado de primera mano cómo sería, cuál sería el coste y los condicionantes que lleva. Así es el día a día con un coche eléctrico y sin plaza de parking.
Para disfrutar plenamente de las virtudes de un coche eléctrico se recomienda cargarlo en casa. Y sin embargo, más del 50% de los coches en España duermen en la calle. No hay consenso en cuanto a la estadística, se habla de entre el 50% y el 70% de los coches, según las fuentes. La diferencia viene dada por las diferentes realidades de España.
No es lo mismo aparcar un coche en la calle en el centro de Sevilla que dejarlo delante de su casa en un pueblo del interior de Galicia. Ambos duermen en la calle, sí, pero el segundo a efectos prácticos tiene su propia “plaza de aparcamiento” pegada a su casa. Sea como fuere, una mayoría de automovilistas no tiene donde recargar un coche eléctrico por las noches.
Disponer de un coche eléctrico sin tener plaza de parking no es solamente una pregunta teórica de cara al futuro, sino que es una realidad. Sobre todo porque en ocasiones, es casi imposible vivir sin coche, incluso en una ciudad como Madrid.
Ante esta situación, algunos automovilistas han tirado de ingenio y de alargadores en mitad de la calle. Obviamente, es un poco arriesgado y poco práctico. Afortunadamente, en muchas ciudades existen alternativas, como los puntos de recarga instalados por operadoras, gasolineras, empresas y ayuntamientos. En algunos casos, también se puede recargar en el trabajo.
Personalmente, no tengo donde cargar un coche eléctrico. Como no pruebo coches eléctricos todas las semanas, no necesito una wallbox o similar. Y cuando toca probar un coche eléctrico experimento, sin quererlo, cómo sería vivir con un coche eléctrico sin tener una plaza de parking con su cargador. Es una ventana a un futuro cercano en el que se supone que habrá muchos más coches eléctricos y en el que muchos edificios seguirán sin plaza de parking.
¿Es viable?
Antes de saber lo complicado o no que es recargar el coche eléctrico en la vía pública, hay que ver si es algo viable. Casos prácticos hay tantos como personas. Hay gente que usa el coche de forma esporádica en fin de semana o vacaciones, mientras que muchas personas deben usar el coche a diario para ir a trabajar. En el caso de una persona que lo usa esporádicamente, es menos problemático buscar donde cargar el coche que alguien que lo debe usar todos los días.
Y es que después de un día de trabajo, volver a casa y tener que ir a recargar el coche, no apetece. No solamente tiene que haber uno o varios puntos de carga públicos cerca de casa, sino que además hay que rezar para que uno de esos esté libre cuando queremos recargar. Sino tocará esperar.
La mayoría de apps indican el estatus del punto de carga: operativo, en mantenimiento, libre u ocupado. Y puede que ese punto de carga quede libre un domingo a las 23h00 o un lunes a las 06h00, pues algunos puntos van muy solicitados durante el día (taxistas, residentes, trabajadores de la zona)
Algunas apps permiten incluso reservar el punto de carga durante 20 minutos, como la de SMOU en Barcelona, y así poder llegar al punto de carga sin que alguien nos pille el sitio en el transcurso. Siempre y cuando nadie se adelante a reservar “nuestro” punto de carga, claro.
En el caso de usar el coche todos los días, lo ideal sería escoger un modelo con una batería de al menos 50 kWh de capacidad. Para nuestra prueba, dispusimos de un Cupra Born e-Boost con batería de 77 kWh.
Pongamos el caso de una persona que vive en Barcelona, algo alejada del centro, y que trabaja en la zona industrial de Gavá. El transporte público hacia allí dista mucho de ser eficaz y rápido. Es un trayecto de unos 58 km ida y vuelta, que en su mayoría se hace por vía rápida intraurbana, en ocasiones con límites de velocidad de 120 km/h.
Con el Cupra Born, el consumo ha sido de 17,5 kWh/100 km con una media de 52 km/h. Con ese consumo, la autonomía es de 440 km. Es decir, haciendo un trayecto de ida y vuelta por día, una carga completa dura toda la semana laboral de cinco días. Y deja todavía un margen de unos 100 km de autonomía. Incluso con una carga del 80% da para cinco días de trayecto casa-trabajo-casa. Dicho de otro modo, es un coche que se podría recargar entre una y dos veces a la semana.
Se puede decir que es viable. Cargar la batería una o dos veces a la semana, no es especialmente problemático aunque en ocasiones, puede no ser lo ideal. Por ejemplo, cargar tarde por la noche para que luego ya no quede casi un hueco libre donde aparcar en todo el barrio.
¿Vale la pena?
Al final, la elección entre un coche con motor térmico o eléctrico es en ocasiones una cuestión de preferencias. Muchas veces, uno se compra el coche que le gusta y no necesariamente el que más sentido tiene desde un punto de vista práctico o financiero.
En el caso de un coche eléctrico, el componente de respeto hacia el medioambiente es su razón de ser. Sin embargo, se sabe que para compensar las enormes emisiones de CO2 iniciales generadas por la fabricación de su batería, el coche debe recorrer muchos kilómetros. Dependiendo del mix energético del país en el que estemos, pueden ser “sólo” 40.000 km o más de 100.000 km. Esto juega en contra de quien use el coche de forma esporádica y en trayectos cortos.
Coste en tiempo
A nivel de tiempo, también hay que tener en cuenta que cuanto más lenta la carga, más tiempo estará el coche enchufado. Así a 3,7 kW habrá que contar algo más de 19 horas para pasar del 20% al 100%. Y 12 horas de 20% a 80%.
A 22 kW, sólo necesitaremos poco más de tres horas para pasar del 20% al 100% (o unas dos horas de 20% a 80%). En cambio si optamos por una carga rápida de 50 kW, se necesita menos de hora y media para pasar de 20% a 100% de carga y 55 minutos para pasar de 20% a 80%
Así, en la práctica sería recomendable cargar media hora a 50 kW cada vez que llegue al 20%, cada dos o tres días. Media hora a 50 kW son aproximadamente 23 kWh de capacidad y suficiente para tener una autonomía de 270 km.
Coste financiero
A nivel financiero, para alguien que vaya a usar el coche a diario, un eléctrico sin plaza de parking con cargador, no es la opción ideal.
Siguiendo con nuestro ejemplo de un CUPRA Born en Barcelona, la carga lenta en los parkings municipales de Barcelona (de 3,6 kW), con una suscripción anual que cuesta entre 100 euros y 50 euros, cuesta 0,22 euros el kWh por la noche.
Cargar del 20% al 100 % costaría 13,52 euros, a lo que habría que sumar la estancia en el parking (3,65 euros la hora). Las 19 horas de carga saldrían así a 82 euros. Es algo totalmente inviable sin usar un abono, pero en ese caso, el problema ya no existe, pasaríamos a tener un parking donde cargar el coche.
En los puntos de carga en la calle, la potencia de carga lenta sube a 22 kW y el precio del kWh a 0,35 euros (tarifa nocturna) y 0,40 euros (tarifa diurna), es decir, casi 25 euros como máximo los 61,6 kWh para pasar del 20% al 100 % de carga.
Frente a un coche gasolina, un CUPRA León 1.5 eTSi híbrido con etiqueta ECO, por ejemplo, con un consumo medio de 7 l/100 km la ventaja económica en de uno frente a otro es bastante difusa. Según la tarifa con la que podamos recargar el eléctrico será más económico, o no.
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CUPRA Born 77 kWh |
CUPRA Leon 1.5 e-TSI |
Consumo semanal 5 días laborables (290 km) |
87,5 kWh |
20,3 litros |
Coste semanal carga (calle, tarifa 50 kW y diurna) |
35 euros |
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Coste semanal carga (calle, tarifa 50 kW y nocturna) |
30,62 euros |
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Coste semanal depósito (SP95 a 1,65 €/litro) |
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33,50 euros |
Vida útil de la batería
Por otra parte, para conservar la vida útil de la batería se recomienda no abusar de las cargas rápidas y, cuando se usan, no recargar más allá del 80%. Es algo que puede ser más problemático si no se dispone de una plaza de parking con cargador.
Dicho esto, las baterías de los coches eléctricos están diseñadas para aguantar entre 1.000 y 1.200 ciclos de carga. Un ciclo de carga corresponde al uso de toda la batería, sea o no de una sola carga. Es decir, una carga no equivale a un ciclo, sólo una carga y descarga completa de la batería equivalen a un ciclo. Por ejemplo, 10 recargas al 10% sólo serán un ciclo, no 10.
Incluso en el hipotético caso de hacer dos ciclos de carga por semana, se tardarían casi 10 años en hacer esos 1.000 ciclos. En la práctica, limitándose siempre al 80% de carga y procurando que la carga no baje del 15% o 20% la longevidad de la batería no debería verse afectada. Estudios recientes, como este del ADAC alemán, demuestran que las baterías se degradan mínimamente usando las cargas rápidas como norma, aunque también depende mucho de la marca y modelo.
Consejos si quieres un coche eléctrico y no tienes una plaza donde cargarlo
- Asegurarse que exista algún punto de carga cercano e, idealmente, más de uno (calle, centro comercial, electrolinera). Y es que si vamos a tener que recorrer 20 km cada vez que queremos ir a cargar la batería, no tiene sentido. Cuántos más cargadores tengamos cerca de casa, mejor.
- Escoger un modelo con una alta potencia de carga en corriente alterna (AC). En AC lo ideal es poder contar con una potencia de al menos 11 kW. Algunos modelos proponen incluso potencias de carga de hasta 22 kW.
- Escoger un modelo con una autonomía que se adapte a nuestra rutina. Probablemente no nos haga falta un coche con una batería de 100 kWh, pero es probable que un modelo con menos de 50 kWh tampoco nos sirva si vamos a usar el coche todos los días.
- Hay que ser más previsor que con cualquier otro coche. Si es nuestro único coche, es aconsejable dejarlo aparcado con al menos un 20 % de autonomía, tanto en caso de alguna salida imprevista como para preservar la salud de la batería.
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