Con el carnet B sólo se pueden conducir coches con una masa máxima de 3.500 kg, pero el Parlamento Europeo ha aprobado una propuesta que aumentaría ese límite a 4.250 kg para las autocaravanas, pero también para los coches eléctricos.
La propuesta permitiría conducir cualquier autocaravana de hasta 4.250 kg con el permiso B, sin necesidad de sacarse el carnet de camión, siempre y cuando el permiso tenga una antigüedad de mínimo 2 años.
Esto era una propuesta de la EFC (Federación Europea del Caravaning) que contemplaba la ampliación de la MMA de 3.500 kg a 4.250 kg sólo para autocaravanas o campers que fueran impulsadas por electricidad.
El objetivo era compensar el elevado peso de las baterías que limitan la carga útil, imitando la posibilidad actual de conducir una furgoneta a nivel profesional con una MMA superior a los 3.500 kg si ésta es eléctrica, para no tener que elegir entre carga útil y versatilidad.
Finalmente, el texto aprobado por el Parlamento Europeo contempla que todas las autocaravanas de más de 3.500 kg de MMA podrán conducirse con un simple carnet B con más de dos años de antigüedad, independientemente de su sistema de propulsión, sea una camper eléctrica o diésel.
Este aumento de la MMA no es sólo para las autocaravanas y campers, también lo es para las ambulancias. Y, un poco por sorpresa, también para todos los coches eléctricos.
¿Realmente son necesarios coches eléctricos pesados como un camión?
No es un secreto, un coche eléctrico pesa más que un modelo equivalente de combustión interna, entre otras cosas por sus baterías. En casos extremos, puede incluso superar el límite actual de peso total de 3,5 toneladas para un permiso B.
Esta medida podría así dar luz verde a vender turismos que actualmente superan el límite del MMA, como el GMC Hummer EV y sus 4.100 kg o el Rivian R1T Quad Motor de 835 CV y sus 3.870 kg. También podría ser el caso del Tesla Cybertruck, sino fuera porque su carrocería no cumple con las normas europeas.
Pero no es sólo una cuestión de peso. Son modelos con baterías enormes, voraces en materias primas y con una huella de carbono inicial que implican cientos de miles de km para contrarrestar su huella inicial. Por ejemplo, un GMC Hummer EV tiene una batería de 245 kWh (cinco veces la del Renault 5 eléctrico), por lo que su huella carbono no se compensará con sólo 70.000 km como lo haría un Volvo XC40 eléctrico.
Es una medida que, como mínimo, sorprende que se dé por buena en un momento en el que se multiplican las medidas de grandes ciudades para limitar el peso y el tamaño de los coches, los cuales no han dejado de crecer en los últimos 40 años, Europa abre la puerta a que modelos tan imponentes, pesados, grandes y en ocasiones un tanto absurdos e incluso más peligrosos, puedan venderse.
La ley aún no ha sido adoptada. Habrá que esperar hasta después de las elecciones europeas, del 6 al 9 de junio de 2024, para que el Parlamento, la Comisión y el Consejo Europeo acuerden los términos exactos de esta propuesta.
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