Reconozco que soy un fanático de los vehículos clásicos, y la verdad es que encuentro pocos planes mejores para pasar una tarde de domingo que acudir a una feria de coches de época, y si encima es Retromóvil, la más importante del sur de Europa de estas características, con más de 300 expositores, 25.000m. cuadrados y modelos únicos, apaga y vámonos.
Como sabéis este año el evento ha cambiado de fechas y ubicación, y se celebró el fin de semana del 10 de mayo en el pabellón 10 de Ifema en lugar de a finales de febrero en el pabellón de cristal de la casa de campo de Madrid, un sitio que tenía mucho encanto pero que estaba falto de buena luz y espacio.
Gracias a lectores forofos ya pudísteis disfrutar el miércoles 13 de un post con una galería del evento completa y de calidad, así que yo pretendo daros una visión diferente para no aburriros, y que no es otra que la crónica que aprecié en mi visita. Son tantos los detalles es los que perderse con estos “abuelos”, muchos de ellos incunables por cierto, que al final me supo a poco.
Hispano Suiza, Pegaso, y otras joyas extintas
Os voy a hablar de marcas míticas ya desaparecidas y que en estas concentraciones tenemos ocasión de admirar, como son Hispano Suiza o Bultaco, de modelos con pedigree e historia que te dejan con la boca abierta a pesar de su edad, y de sensaciones que los coches más modernos del mercado no son capaces de proporcionar por mucha tecnología que incorporen, y lo iré haciendo con diversos posts cada semana.
La verdad es que no todos los días se tiene la posibilidad de admirar un “Alas de Gaviota” en perfecto estado emanando perfume a cuero recién repujado, un autobús Pegaso 140 preparado como vehículo de apoyo para todo tipo de competiciones con su correspondiente modelo Z montado en el techo, o un rarísimo Alfa Romeo todo terreno muy difícil de encontrar. Y pensándolo bien, no entiendo porque la duración de la feria es tan efímera, a mi me parece que 3 días se quedan en ná.
Kubelwagen Tipo-82, un Volkswagen extraño
Continuando con los “detalles” que me llamaron la atención, no puedo dejar de mencionar el Volkswagen Kubelwagen Tipo-82 de 1943 procedente de Bélgica, pintado en el característico gris “panzergrau“ con mimo y esmero por Vicente Durán, un auténtico enamorado de los vehículos militares. Siempre me han encantado estas viejas glorias “luchadoras”, pero el acabado que la dedicación y el cuidado de estos “museos rodantes” es digno de elogio.
El Mini, que acaba de cumplir 50 años, tenía una representación masiva, con un stand del Mini Centre madrileño de quitarse el hipo donde un Austin Moke de los que usaba Onasis para pasearse por los puertos de medio mundo destacaba en su simpleza. Desde Mini Works nos regalaron la vista con preparaciones más osadas y modernas, como encajar un bloque de 4 cilindros y 16 válvulas de origen japonés en el vano del pequeño inglés.
Los Ford Mustang y Capri se situaron bien juntos para defender con orgullo su legado a la historia americana, con el primer “potro” matriculado en nuestro país como abanderado, y de esta guisa demostraron que no sólo de “europeos” vive esta afición por los clásicos.
Las motos tienen también su lugar destacado en este evento, y pudimos encontrar desde la mítica Indian Scout o las legendarias Ossa y Montesa, hasta infinidad de Vespas restauradas al detalle y que parece que acaben de salir de la línea de producción, pero no me lío que eso es “harina de otro post”. La semana que viene más y con un poco de historia, hasta entonces os dejo la galería con mi particular visión.
En Motorpasión | Fotos del retromóvil de nuestros lectores; Retromóvil 2009