“El Velar es el Range Rover más vanguardista”, asegura Gerry McGovern, a los mandos del diseño en Land Rover. Aunque estéticamente respete los códigos visuales de la marca, es un coche repleto de tecnología. La suficiente como para que sus creadores le dieran el apelativo Velar. En la historia del Range Rover, Velar no es un nombre cualquiera. Tiene una carga histórica muy importante.
La elección de un nombre para un modelo nunca es anodina. Y en el caso del cuarto modelo de la gama Range Rover, Velar podría tener más implicaciones a medio y largo plazo para la marca de lo que pensamos. Repasamos su historia para intentar ver qué se esconde detrás de Velar.
El largo camino hasta el Range Rover
Según Land Rover, Velar es un nombre derivado del latín Velare, que significa cubrir (con un velo, por ejemplo) o esconder. Y por eso la Rover Company habría escogido este nombre para despistar a los rivales y a la prensa al echar a la carretera las 26 unidades de preserie del Range Rover en 1969. Sin embargo, el nombre de Velar se usó antes, en 1967. Y en algo que no tenía nada que ver con el Range Rover actual.
El primer prototipo del Range Rover (chasis número 100.1) llevaba el nombre con el que Rover pensaba lanzar al mercado su nuevo modelo: Road Rover. El Road Rover inicial había sido desarrollado en 1951, para contrarrestar la posible caída de ventas del todoterreno que mucho más tarde conoceríamos como Defender. Utilizaba la base del Rover P4 con el objetivo de ser un coche más civilizado que el Defender y con las aptitudes todoterreno relegadas a un segundo plano.
De hecho, era más un familiar que un todoterreno. Finalmente, como el Defender se seguía vendiendo como rosquillas, la dirección de Rover medio abandonó la idea de un Road Rover. Hasta que la retomó en serio en 1966 (con un V8 y no un 6 cilindros en línea como previsto inicialmente), con el objetivo de tener un producto ideal para el mercado estadounidense donde los Ford Bronco y Jeep Wagoneer cosechaban éxitos de ventas.
En 1966, la Leyland Motor Corporation compró la Rover Company. Y la dirección del grupo dio luz verde para seguir con el desarrollo del Road Rover o el 100 Station Wagon como se le conocía en interno (en referencia a su batalla de 99,9 pulgadas).
Diseñado por accidente
La maqueta a escala uno en arcilla del diseño definitivo (de 1967), sin embargo lucía el nombre Road Rover y no Velar, en referencia al proyecto inicial. Otro dato curioso: lo que terminaría siendo el Range Rover había sido diseñado por accidente por los dos ingenieros al frente del proyecto del 100 Station Wagon, Spen King y Gordon Bashford.
Con la ayuda del departamento de diseño crearon una sencilla carrocería de tres puertas para vestir la mecánica del prototipo inicial. A la dirección de Rover y Leyland les gustó tanto el resultado que pidieron que el diseño siguiera por esa vía. Al final, sólo unos pequeños detalles y el frontal difieren de esa carrocería que King y Bashford pensaban provisional.
Velar Ltd.
En 1968, el segundo prototipo (número 100.2) fue construido, éste con el volante a la izquierda. Entre finales de 1968 y 1969, cinco prototipos fueron construidos y bautizados Velar (chasis 100.3 a 100.7). Es el caso del prototipo rojo de las fotos que acompañan este artículo (es el chasis 100.6, uno de los pocos que sobrevivió tal cual hasta hoy).
El desarrollo del coche se realizó por medio mundo, como en la actualidad, pero curiosamente los coches nunca fueron camuflados. Simplemente, utilizaban el nombre de Velar para despistar a los curiosos y que nadie hiciese el vínculo entre ese lujoso todoterreno y The Rover Company. Se llegó incluso a crear una empresa fantasma llamada Velar, con sede en Londres y dirigida por Geoff Miller, ingeniero de Rover, para matricular los coches como si fuesen de marca Velar y no Rover.
Entre finales de 1969 y principios de 1970, Rover fabricó 25 unidades de preserie. Fueron matriculadas en 1970 del YVB 151H al YVB175H. Estos 25 coches son considerados como Velar, sin embargo ya lucían logotipos Range Rover. Y es que a pesar de ya equipar el logotipo Range Rover en el capó, fueron registrados como Velar. Cuando llegó el momento de renovar el impuesto de circulación de esos coches, se registraron en el permiso de circulación como Rover. Total, el coche ya había sido presentado a la prensa y al público...
En el comunicado de presentación del Range Rover Velar, la marca hace alusión al término latín Velare. Sin embargo, el nombre Velar fue creado en 1967 por Mike Dunn para ser el nombre del deportivo de motor central P6 BS usando, como se le pidió, una combinación de Alvis y Rover. En 1965, Rover compró la marca de lujo inglesa Alvis. La compañía quería reavivar Alvis con un deportivo desarrollado por Rover, con el V8 Rover (en realidad, un motor comprado a Buick), y fabricado por Alvis. El prototipo P6 BS debía llamarse Velar, pero con la llegada de Leyland Motors al mando de Rover, este original proyecto fue abandonado. El nombre fue recuperado para despistar a la prensa durante el desarrollo del Range Rover.
Una nueva era?
Velar, en la convulsa historia de Land Rover, como heredera de la tradición de Rover, tiene un significado especial. ¿Qué importancia tiene en el nuevo modelo de Range Rover? A priori ninguna. Es habitual que las marcas echen mano de nombres que tienen registrados y que nunca o casi nunca han usado. Podría ser el caso de Velar.
Sin embargo, con la llegada del Range Rover Velar, queda claro que Land Rover está apostando por la gama Range Rover en detrimento, se puede pensar, de su propia gama. Y es que con el Velar serán cuatro los modelos “Range” y tan sólo dos los “Land” (Land Rover Discovery y Discovery Sport), al menos hasta que llegue el sustituto del Defender. Y, con toda humildad, me preguntó si en el fondo los dirigentes de la marca no estarían pensando en separar Range Rover de Land Rover y el uso de Velar para “el más vanguardista de la gama” sería un aviso a navegantes.
Al fin y al cabo, cuando hablamos de un Range Rover, nunca mencionamos a Land Rover... Pero, es sólo una idea, una pregunta, nada más.Quizá sea una reafirmación del aspecto lujoso y tecnológico de los Range Rover frente a los Land Rover. O simplemente, es que, como mencionaba más arriba, tenían el nombre registrado y decidieron sacarle partido. De todos modos, con el simple hecho de usar el nombre Velar, he podido indagar un poco más en la creación del Range Rover. Y ya sólo por eso, ha valido la pena.
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