Citroën ha encontrado la forma de mejorar la autonomía de los coches eléctricos: hacerlos de cartón

Citroën ha encontrado la forma de mejorar la autonomía de los coches eléctricos: hacerlos de cartón
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El Citroën Oli [All-ë] es un concept car con forma de pequeño y ligero pick-up eléctrico que anuncia cómo serán los futuros modelos de la marca, no tanto a nivel estético sino a nivel técnico.

Y es que el Oli está repleto de soluciones originales y novedosas con dos objetivos: mejorar la autonomía de los coches eléctricos y bajar su precio de venta.

En la gama Citroën, el Ami ocupa un lugar especial, con su curioso, sencillo y minimalista diseño. Tanto es así que Citroën se ha inspirado en su sencillez para crear el concept car Oli [All-ë].

El nombre hace referencia a la pronunciación inglesa de "all-e", como en todo eléctrico o todos eléctricos, pues quiere vehicular la idea de un eléctrico para todos. Y para conseguirlo han optado por soluciones técnicas que condicionan su diseño. Es un coche en el que la forma sigue la función.

Peso pluma y aerodinamismo de pieza de Lego

Citroën Oli

Es muy fácil fabricar un coche eléctrico de 100.000 o 150.000 euros, la dificultad está en lograr hacer uno que la gran mayoría de la gente se pueda permitir, aseguran en Citroën. Así, equipar el coche de una enorme y por tanto costosa batería para garantizar una autonomía correcta no puede ser. Cuanto más grande la batería, más caro es el coche.

Así, el Citroën Oli se conforma con una batería de tan sólo 40 kWh, en lugar de los 50 kWh habituales en los coches de las marcas del ex grupo PSA. Y a pesar de su pequeña batería, el coche reivindica una autonomía de 400 km, gracias a un consumo de tan sólo 10 kWh/100 km. De replicarse ese consumo en condiciones reales, sería toda una hazaña.

Citroën Oli

Obviamente, viendo el original diseño del coche que parezco compuesto por varias piezas de Lego, con su parabrisas vertical y su frontal de camión, estamos lejos del cuidado aerodinamismo de un Mercedes EQXX. Su baza no está en el aerodinamismo, sino en los materiales utilizados que hacen que el coche no pese más de 1.000 kg.

Sí, este coche eléctrico de 4,20 metros de largo pesa menos que un ligero Alpine A110. A modo de comparación, un Citroën ë-C4 eléctrico con batería de 50 kWh pesa unos 1.500 kg.

Citroën Oli

Es toda una hazaña. Y es aún más destacable porque no se ha conseguido utilizando materiales caros como el aluminio, el magnesio o la fibra de carbono. No, en su lugar, Citroën prefirió usar cartón reciclado alveolar.

Utilizado para el techo, el capó y los paneles de la carrocería de este pequeño pick-up, este material, desarrollado por BASF, es muy duradero y resistente. Se puede poner uno de pie encima del coche que no se rompe. El único inconveniente es que, al menos de momento, este cartón especial sólo se puede utilizar en paneles plano para mantener su resistencia.

Citroën Oli

Y eso explica en gran medida el diseño de Lego o muy geométrico del Citroën Oli, lo cual acentúa el parentesco con el Ami. Sin embargo, el diseño exterior es mucho más elaborado que en el Ami.

Es especialmente cierto en el frontal, que ya luce el nuevo logotipo de la marca. Sin calandra y con una nueva firma lumínica en forma de C, este estudio marca una verdadera ruptura con los modelos actuales.

Citroën Oli

Anuncia el fin de un truco que la marca ha utilizado durante muchos años, el de los chevrones cromados que se extienden de un faro a otro. Pero no hay que ver en la silueta del Oli un avance de algún Citroën futuro, es puro espectáculo.

Un interior sin pantalla táctil

Citroën Oli salpicadero

Las puertas de doble hoja, a lo Mazda MX-30, dan acceso a un habitáculo con cuatro plazas. El interior, muy colorido, nos habla de los futuros Citroën. Y en ese futuro, adiós a las enormes pantallas táctiles que lo controlan todo. Aquí, sólo hay una ranura para introducir un smartphone, cuya información se proyecta delante del conductor.

Con esto, el principal objetivo es reducir el coste del coche y de paso hacer el coche más sostenible, eludiendo así la rápida obsolescencia de los sistemas multimedia del coche.

Citroën Oli interior

Otras ideas que explora Citroën con el Oli es la posibilidad de alimentar un aparato eléctrico de hasta 3,6 kW a través de una toma de 230 V, como lo pueden hacer ya el Hyundai Ioniq y el Kia EV6, por ejemplo, o bien el uso de llantas híbridas de acero y aluminio calzadas con neumáticos Goodyear Eagle GO.

Estos neumáticos cuentan con una composición renovable a base de aceites de girasol y resinas de pino, caucho natural del árbol Hevea brasiliensis (para reemplazar el caucho sintético derivado del petróleo) y la sílice de la cáscara de arroz, procedente del procesamiento del arroz. Por otra parte, podrían durar hasta 500.000 km mediante la reutilización de la carcasa sostenible y la banda de rodadura renovable.

Citroën Oli llantas

Por último, Citroën nos e corta y limita la velocidad máxima del coche a 110 km/h. La razón de esa limitación no es otra que reducir el consumo debido a su aerodinámica de ladrillo. Es justamente en vías rápidas que un eléctrico consume más.

El Citroën Oli es un show car, un coche destinado a que hablen de él y de la marca. Aun así, es algo más que un simple ejercicio de estilo. Su tecnología favorece la sencillez sobre la tecnología, la sobriedad sobre el rendimiento.

Citroën Oli

De cierto modo, es un retorno a la Citroën de la posguerra, con el 2 CV y sus derivados. Eran coches sencillos, prácticos y asequibles. Y es lo que intenta ser este Oli. En todo caso, es el primer paso hacia una nueva Citroën que en un futuro tendrá en su punto de mira a Dacia y, en menor medida, a Skoda.

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