El Citroën C5 Aircross lleva en el mercado desde 2018. Sin embargo, a pesar de haber vendido ya 260.000 unidades, este primo hermano del Peugeot 3008 (comparten plataforma y motores) no consigue brillar con luz propia, sigue a la sombra del 3008. Así, apenas cuatro años después de su lanzamiento, el Citroën C5 Aircross experimenta su primera actualización.
El nuevo diseño exterior del C5 Aircross no supone una revolución. Aun así, los cambios son claramente visibles en el SUV. El fabricante ha modificado todo el frontal eliminando sus formas curvas. Visualmente, el frontal parece más cuadrado.
La calandra es nueva, perdiendo la lama horizontal de color carrocería, así como los faros con nueva firma lumínica. De cierto modo, recuerda la firmas lumínica del Citroën C4 y del nuevo C5 X. Los faros son también de tinte oscuro para integrarse con la calandra negra.
En el centro del frontal, los chevrones están más separados y tienen más protagonismo. Tampoco están unidos a los faros por una barra cromada, que ha sido sustituida por una fina franja cincelada.
La parte inferior del parachoques cuenta con tomas de aire más grandes, una de ellas situada sobre la matrícula. Las dos tomas de aire laterales son ahora funcionales. En la parte inferior, el C5 Aircross gana un spoiler, muy visible y disponible en negro o cromado, según el acabado elegido.
En la zaga, la principal novedad son los pilotos traseros. Aunque la forma general sigue siendo ovoide, el conjunto es más prominente y claramente más esculpido. La firma lumínica también ha evolucionado, revelando formas rectangulares tridimensionales.
A pesar del nuevo diseño, las dimensiones del C5 Aircross no varían. Mide 4,50 m de largo por 1,84 m de ancho y un 1,67 m de alto. Por otra parte, sigue teniendo una altura libre al suelo de 230 mm.
Ofrece una nueva pantalla táctil, pero los motores son los mismos
Los cambios más visibles, sin embargo, se aprecian a bordo. El salpicadero estrena nueva consola central con una nueva pantalla táctil de 10 pulgadas (la misma que en el Citroën C4), al menos en las versiones equipadas con navegador.
En esta configuración, la pantalla ya no está entre las dos bocas de ventilación. Éstas están ahora debajo de la pantalla. A destacar que los principales mandos de la climatización y otras funciones siguen siendo botones físicos.
En las versiones equipadas con la caja de cambios automática EAT8, que representan la gran mayoría de las ventas, el pomo de cambio ha desparecido en favor de un pequeño conmutador, al estilo de lo que hace el grupo Volkswagen últimamente (Porsche, SEAT). De hecho, es el mismo que vemos en los C4 y Peugeot 308.
Detrás del volante, el cuadro de instrumentos digital de 12,3 pulgadas sigue presente. El C5 Aircross, ya famoso por su confort, gracias sobre todo a sus suspensiones con topes hidráulicos progresivos, sube de nivel al aumentar la densidad de la espuma de los asientos (+ 15 mm). Los asientos pueden equiparse con nuevos materiales (Alcantara, cuero perforado, etc.).
En las plazas traseras, Citroën sigue ofreciendo tres asientos independientes, deslizantes y reclinables. Y sigue ofreciendo sólo dos asientos con ISOFIX cuando el Peugeot 3008 ofrece tres. El volumen del maletero sigue variando entre 580 y 720 litros según la posición de la banqueta ( y de 460 a 600 litros en la variante híbrida enchufable).
Bajo el capó, Citroën no ha cambiado nada. El SUV sigue contando con un motor de gasolina (PureTech) y otro diésel (BlueHDi) de 130 CV cada uno, que se asocian a la caja de cambios manual de seis velocidades o a la automática EAT8 de ocho relaciones.
La versión híbrida enchufable de 225 CV completa la gama. Y es imprescindible en la gama, pues el 30 % de los C5 Aircross vendidos en Europa lo son con este motor PHEV. Esta variante, que ofrece una autonomía de 55 km en modo eléctrico, y le permite disponer de la etiqueta CERO de la DGT.
El nuevo Citroën C5 Aircross empezará a comercializarse en el segundo trimestre de 2022.
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