Citroën acaba de desvelar la nueva generación del Citroën C4, el cual estará disponible con motores gasolina y diésel, así como con una versión 100 % eléctrica, el Citroën ë-C4. La marca francesa dará todos los detalles de su nuevo modelo compacto el próximo 30 de junio, pero de momento ya ha desvelado su aspecto en estas primeras imágenes oficiales.
En términos de diseño, el nuevo C4 se posiciona como un compacto sobreelevado o todocamino, un poco al estilo del Mazda CX-30 y del CUPRA Formentor. No es un SUV, pero tampoco es un compacto al uso. Este tipo de carrocería permite ofrecer un fácil acceso a bordo (al ser elevado) al mismo tiempo que preserva la aerodinámica del coche.
No es algo nuevo, muchos fabricantes ya lo han experimentado antes, empezando por la propia Citroën con el DS4 de primera generación o BMW con el primer Serie 5 GT. Sin embargo, en este caso Citroën se acerca más al mundo de los SUV en su presentación, con por ejemplo los plásticos negros de los bajos y de las aletas. De este modo, sigue la tendencia actual e intenta gustar a todos los públicos, tanto los que quieren un SUV como los que quieren un compacto.
Esto por la parte sencilla del diseño, porque el resto del diseño puede chocar la primera vez y sus mezclas de formas y líneas puede no ser del agrado de todos. En el frontal, el C4 sigue con el lenguaje de diseño actual de la marca.
Éste se caracteriza por la ausencia de calandra, sustituida por dos líneas que nacen en los chevrones del logotipo y con faros diurnos LED en la prolongación de estas dos líneas. El capó cuenta con dos hendiduras de gran tamaño, que volvemos a ver en los laterales, detrás de los pasos de rueda delanteros.
La zaga del C4 de tercera generación sea probablemente la que más divida las opiniones. En todo caso es en el panorama actual una de las zagas más originales. Cuenta con una larga franja negra con una parte de los pilotos traseros y que rodea el portón para morir en la tercera luna lateral. Debajo, el resto de la franja es todavía más ancha y termina con el grupo óptico principal en las aletas traseras, descaradamente ensanchadas.
A bordo, la presentación general es mucho más convencional, aunque conserva un cierto aire de pureza y pragmatismo al estilo del C4 Cactus original. El diseño es muy depurado, con un cuadro de instrumentos digital y una pantalla multimedia para el infoentrentenimiento que parece carecer de marco. Y aunque se pueda controlar todo desde la pantalla, incluida la climatización, el coche también conservado botones físicos (climatización, por ejemplo) para un uso más seguro y ergonómico.
En el equipamiento disponible, sabemos que podrá equipar un sistema de carga por inducción del teléfono móvil (elemento casi imprescindible en todo nuevo modelo), así como tomas USB-C. Esperemos que conserve también tomas USB para una mayor versatilidad.
136 Cv y batería de 50 kWh para la versión eléctrica
A nivel técnico, Citroën no ha desvelado todavía ningún detalle (habrá que esperar a final de mes), pero tampoco es un secreto que el C4 comparte plataforma CMP/e-CMP con el resto del grupo PSA. Así, en la versión eléctrica nos encontraremos con toda probabilidad con un conjunto ya conocido.
A saber, un motor de 100 kW (136 CV) con 260 Nm y una batería de iones de litio de 50 kWh de capacidad con refrigeración líquida. Es pronto para hablar de autonomía y tiempos de carga, pero para que nos hagamos una idea, en el DS 3 Crossback E-Tense con el que el C4 comparte plataforma, se puede cargar con potencias que de hasta 11 kW.
Por otra parte, sabemos que equipará la suspensión de "Amortiguadores Progresivos Hidráulicos" y los asientos Advanced Comfort.
En principio, la comercialización del nuevo Citroën C4 comenzará a finales de verano y las primeras entregas serían para finales de 2020.
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