Jeremy Clarkson, James May, Richard Hammond y el resto del equipo de Top Gear la han vuelto a liar, y en esta ocasión han tenido que huír de Argentina para no meterse en un lío de mayores dimensiones. Al parecer, según podemos leer en Taringa e incluso en la propia web de la BBC, el equipo de grabación estaba en el sur de Argentina grabando un reportaje con un Porsche 928 S, un Lotus Esprit V8 y un Ford Mustang Mach I.
El caso es que el Porsche 928 S, que casualmente conducía Jeremy Clarkson, lucía una matrícula británica con la inscripción H982 FKL. ¿Y qué ocurre? Pues que muchas personas en la zona interpretaron esa combinación de números y letras como "1982 Falklands", en alusión a la guerra de las Falklands o Malvinas que tuvo lugar en 1982 entre Argentina y Gran Bretaña.
El tema llegó hasta tal punto que las autoridades del Municipio de Rio Grande en Tierra del Fuego hicieron público un escrito (abajo) en el que declaraban personas non gratas a Clarkson y su equipo. La tensión en el ambiente fue creciendo e incluso la caravana de grabación fue apedreada a su paso por la población de Tolhuin.
Tras los altercados el equipo de Top Gear decidió recluírse en tu hotel en Ushuaia, dónde pretendían permanecer hasta el próximo domingo para poder continuar con sus grabaciones por los alrededores. Y digo pretendían porque ante las protestas en la puerta del hotel de un grupo de ex-combatientes de la guerra de las Malvinas y viendo la dimensión que el tema estaba alcanzando, decidieron abandonar el país lo antes posible dejando además los coches en un deposito municipal.
Coincidencia o no, lo cierto es que la matrícula da que pensar, y lo hace especialmente al tratarse del coche que conduce Jeremy Clarkson, quien constantemente hace alardes de la grandiosidad del imperio británico en sus declaraciones. Veremos si finalmente ese reportaje se emite, ya que dejando temas políticos a un lado, eso es lo que realmente nos importa a nosotros en Motorpasión.
Gracias a Gustavo por la pista.
En Motorpasión | Top Gear se vuelve a meter en una polémica, esta vez con fallecida de por medio
