En el universo de las personalizaciones de coches hay hueco para todo, hasta para un Volkswagen Beetle Pokemon como este Pikabug: el Escarabajo de Pikachu. El personaje no necesita presentación, ya fuera porque jugaras al videojuego de pequeño (o juegues aún), lo hicieran tus hermanos o tus hijos.
Amarillo, con orejas, cola de rayo y la cara del Pokemon más icónico luciendo en el frontal, sólo existen 10 unidades del Pikabug y ninguna es igual. Bien, pues una está a la venta en el Market Place de Facebook casi al precio de lo que cuesta un Porsche 911 Carrera.
El Pikabug 9 de Wisconsin y un curso acelerado para usar cambio manual
El Pikabug no nació como edición especial para que los fans de la saga de Nintendo lo comprara con los ojos cerrados: fue creado para una gira promocional justo cuando se lanzó Pokemon en EE.UU. Al menos así lo explica esta web, que cuenta la historia de estos Beetle modificados. Hasta sigue la pista de cada unidad.
La modificación no fue cosa de Volkswagen, sino de Nintendo, que compró un lote de 10 New Beetle en un concesionario de Washington. Se entiende que escogieron el resucitado Escarabajo porque acababa de lanzarse y porque sus formas casan bastante con ser un Pokemon sobre ruedas.
Al tratarse de unidades de stock, no tenían la misma configuración mecánica y de equipamiento. Pero además cada personalización fue diferente, que hicieron en un taller independiente (Pro Body Works): si bien todos tenían la cara del simpático Pikachu en el frontal, las orejas en el techo y la cola en la zaga, la manchas atigradas marrones variaban en cada uno.
En el maletero de los Pikabug se adosó una televisión de tubo (maravilla) y una Nintendo 64. Así, estos singulares New Beetle se convertían en máquinas recreativas portátiles para que los niños jugaran en cada parada de la gira. Algunos de los Pikabugs tenían altavoces exteriores, bajo las ruedas traseras que reproducían la verborrea de Pikachu.
Precisamente el Pikabug que ahora está a la venta es uno de los que tiene este sistema, según cuenta su dueña residente en Madison (Wisconsin). En teoría su dueña ha conseguido "autentificarlo" como la unidad nueve de los 10 existentes.
Lo cierto es que el Pikabug 9 fue avistado en Wisconsin por la fanweb que hemos mencionado antes, aunque por matrícula no pudo identificarlo. Pero bien podía ser la unidad que se vende, pues no tiene el vinilado con el logo de Pokemon en las puertas.
La propietaria es Kerry Klismith, que relata a The Drive cómo lo compró. A sus hijos les encantaba Pokemon y un buen día vieron uno de estos Pikabug por el centro de Wisconsin. Fue amor a primera vista, así que les prometió que lo compraría.
El caso es que consiguió dar con uno de estos Pikabug: se lo compró tras años de insistencia a un mecánico que regentaba un taller especializado en modelos Volkswagen Beetle. El mecánico, por cierto, no sólo le vendió el coche-pokemon, también le dio un cursillo rápido de cómo conducir con cambio manual: era la caja de este Beetle, que los norteamericanos en general manejan poco.
Klismith detalla que lo restauró porque estaba bastante cascado: "el techo se caía a trozos". Aún así su estado no es de 10. Además en el anuncio indica que bajó el capó no está el motor original del Beetle, que data de 1998. Aunque el bloque lo ofrece embalado como parte del pack.
Tampoco está la televisión ni la consola en el maletero, según su dueña actual porque el anterior lo quitó por eso de tener un maletero funcional. Igualmente dejó las puertas lisas sin el logo.
En su odómetro este Pikabug indica que tiene casi 273.600 km recorridos: la mayor parte de este kilometraje se firmó en la gira promocional. El precio que le ha puesto es de 125.000 dólares, por eso de la exclusividad y porque en su día el mecánico que se lo vendió aseguró que le habían llegado a ofrecer 100.000 dólares por él.
