Los simuladores en los que aproximamos los videojuegos al máximo a la realidad molan mucho, pero para algunos adictos a la informática no es suficiente y deciden recorrer el camino inverso. En este caso, alguien bastante cualificado ha conseguido convertir su coche en un mando para jugar al Mario Kart.
Gracias a Adam Ringwood y sus amigos, ahora el popular juego de la Nintendo 64 ahora puede controlarse desde el asiento del conductor de un Chevrolet Volt, un ordenador, una Raspberri Pi y no mucho más. Olvídate de estar esperando aburrido en un aparcamiento, porque aseguran que es instalable en casi cualquier vehículo y ya lo probaron en un Honda C-RV.
Del mando de consola al asiento de un coche
A decir verdad, esto no es nuevo puesto que el proyecto fue galardonado con el premio al mejor hardware en HackIllinois el año pasado, pero supone una nueva puerta abierta a la instalación de aplicaciones de forma sencilla y, paralelamente, un nuevo reconocimiento de la ausencia de seguridad informática a la que estamos expuestos en los coches modernos.
El procedimiento ha sido bastante "sencillo", o al menos eso puede parecer desde fuera para alguien con conocimientos informáticos pues se hace funcionar un emulador de Nintendo 64 en una Raspberri Pi y se asignan los controles a través del puerto OBDII del Chevrolet. El volante maneja la dirección, los pedales aceleran y frenan, las luces largas sirven para saltar y los limpias activan el turbo.
El control de la dirección fue el más complicado puesto que el emulador sólo reconoce dos posiciones: on y off, en este caso derecha o izquierda. Lo solventaron asignando el grado de giro con el tiempo que el botón (en este caso el volante) estaba girado.
Me parece que más de uno ya está buscando material para empezar a trastear, pero recuerda: no te olvides de estar bien estacionado.