Parece salido de Mad Max o La carrera de la muerte, pero este peculiar vehículo automóvil (porque no sé si llamarlo coche) es un engendro desarrollado para hacer verdaderas virguerías a la hora de grabar imágenes en movimiento para cine y televisión. La idea es grabar las tomas con este cacharro y que en pantalla se vea el modelo de coche que nos apetezca.
Para ello necesitamos varias cosas, además de multitud de sensores, cámaras, etc. Lo primero es que el Blackbird tenga la misma altura y misma distancia entre ejes y eso podría ser un problema, pero no es el caso. Como se aprecia en el vídeo el Blackbird puede modificar estos parámetros fácilmente.
Otro punto a tener en cuenta son las llantas, sería muy difícil modificarlas a posteriori por ordenador. Resulta más sencillo aplicar un sistema de anclaje para las ruedas capaz de acoger cualquier tipo de llanta. Así sólo con poner las llantas del McLaren P1 LM podemos grabar enormes derrapadas sin poner en peligro esa auténtica obra de arte.