Las pruebas en carretera abierta de coches que todavía no han salido al mercado entrañan muchos riesgos, aunque por lo general no suele pasar nada. Hasta que alguna vez aislada sí pasa, como ha sucedido esta semana en Sierra Nevada donde un prototipo ha salido ardiendo en plena carretera.
Según recoge Granada Hoy el vehículo, presumiblemente un Chevrolet Corvette camuflado, se habría adentrado en la carretera que proporciona acceso al parque natural con el fin de realizar pruebas de rendimiento. En un momento dado el coche se detuvo y, al poco tiempo, empezaron a surgir de su parte trasera las llamas que han terminado por calcinarlo del todo.
El incidente ha contado con un testigo de excepción: el ciclista profesional Luis Ángel Maté, un habitual visitante de la zona quien se encontraba circulando en su bicicleta cuando ha presenciado el suceso.
Un escenario a poca distancia de un Parque Natural
Los vídeos en el perfil de Twitter del ciclista son suficientemente explícitos, no sólo por la voracidad de las llamas sino también por sus propios comentarios de protesta (que pueden escucharse de fondo) ante la situación, la cual según su opinión particular se repite cada año.
Y es que, no en vano, las carreteras de esta serranía granadina son muy apreciadas por los fabricantes de coches ya que en sus complicados trazados y sus extremas temperaturas (tanto en invierno como en verano) es posible buscar los límites técnicos de los próximos modelos que veremos a la venta.
De hecho, además del coche protagonista, en uno de los vídeos aparece una esquina de lo que podría ser un nuevo Mercedes-Benz preparado por AMG. A juzgar por las imágenes, los tripulantes de este último se habrían detenido para intentar prestar asistencia.
Todo ello conlleva un riesgo medioambiental evidente para la zona, que está muy próxima al Parque Nacional de Sierra Nevada. De hecho, tal y como cita la prensa local, algunas asociaciones proteccionistas ya se han manifestado en contra de estas prácticas solicitando su prohibición.
Evidentemente, en el caso de este supuesto Corvette que bien podría ser un anticipo de una variante más radical sobre el modelo base (con siglas ZR1, a buen seguro) los límites antes mencionados surgieron de la forma menos deseada, sobre todo para una Chevrolet que buscaría completar satisfactoriamente sus test con el mayor anonimato posible.
Ahora, lo único que quizás se salve del calcinado coche es la lección que deberán anotar los ingenieros de su constructor a fin de evitar que el mismo problema le cueste un disgusto todavía más serio a un futuro cliente.