Si aquí ni siquiera tenemos al Chevrolet Camaro (a excepción de las pocas unidades que se vendieron a principios de la década pasada), es difícil que la gente de a pie sepa lo que significa un COPO Camaro.
Se trata de los Camaro más bestias realizados por la firma de la pajarita, destinados a carreras de aceleración y que un año más vuelven a la carga. ¿Y qué tiene de especial? Pues un gigantesco motor de 9,4 litros con el que es capaz de hacer caballitos, entre otras cosas.
Chevrolet COPO Camaro: el rey de los Camaro
El primero de los COPO Camaro modernos asaltó los circuitos en 2012. Han pasado 10 años y esa filosofía sigue en pie, pero ahora con cambios en la concepción de un modelo que es sencillamente descomunal.
El Chevrolet COPO Camaro tiene poco que ver con el Camaro de serie más allá de la carrocería. Lo más relevante de todas sus modificaciones es que bajo el capó se encierra un enorme motor V8 Big Block que llega por primera vez al modelo.
¿A qué viene lo de Big Block? Pues te lo puedes imaginar, pero basta decir que el V8 se va hasta unos descomunales 9.4 litros de cilindrada. Estaría bien poder decirte sus prestaciones, pero la marca ha preferido mantenerlas en secreto. Primero hay que pasar la certificación de la National Hot Rod Association (NHRA).
La última evolución del COPO Camaro se ofreció con tres motorizaciones distintas en 2019: un 5.7 V8 sobrealimentado, un 5.0 V8 y un 7.0 V8, estos dos últimos de aspiración natural. El 5.7 y el 7.0 volverán a estar presentes en esta generación con potencias de 590 y 475 CV respectivamente.
A nivel de chasis el Chevrolet COPO Camaro también encierra un sinfín de modificaciones destinadas a poner toda esta potencia sobre el asfalto a través de las ruedas traseras. Calza llantas específicas para carreras de aceleración con neumáticos Hoosier y un conjunto de suspensiones afinadas.
Gestión electrónica, frenos, interior aligerado, capó de fibra de carbono, barras traseras antiwheelie... Todo está pensado para que el COPO Camaro sea todo un coche de cuarto de milla destinado a competir en las categorías Stock y Super Stock con garantía de fábrica. Entre las opciones a elegir están una caja para añadir peso en el maletero y mejorar la tracción o paracaídas para frenar a final de recta.
La otra gran novedad es que hasta ahora los COPO Camaro estaban limitados a 69 unidades al año, pero Chevrolet ha decidido abrir el grifo. La marca ha anunciado que se producirán tantos como se soliciten, acabando de esta manera con la especulación que se estaba generando alrededor de los derechos de compra del modelo.
Pero igual a estas alturas te estás preguntando, ¿qué es eso de COPO? La nomenclatura COPO designa a un coche de naturaleza muy especial. Como ya sabemos, se trata de series de producción muy cortas, la primera de ellas se remonta a 1969. Desde entonces (aunque de forma discontinua) la familia COPO se ha instalado como la más prestacional de la casa y sólo al alcance de muy pocos.
La iniciativa partió de ciertos concesionarios que buscaban Camaros con especificaciones muy concretas, de altas prestaciones y con equipamiento distinto al habitual. Los Camaros normales con modificaciones seguían el procedimiento de solicitud típico (Regular Production Option, RPO) para entrar en producción.
Por suerte estos distribuidores encontraron un resquicio para ir más allá, y empezaron a encargar Camaros a través de códigos destinados a coches modificados para flotas municipales y on los que se era más permisivo: Central Office Purchase Order, COPO.
Así ocurrió en 1969 cuando el famoso distribuidor Yenko Chevrolet quería un Camaro más bruto, porque General Motors por entonces limitaba la cilidrada para los coches de pasajeros por encima de 400 pulgadas cúbicas (6.5 litros).
Junto a otros distribuidores, Don Yenko inició el programa COPO 9561. El resultado fue un Chevrolet COPO Camaro con un motor V8 de bloque de acero con 7.0 litros de cilindrada y una potencia de 433 CV. Se produjeron 1.015 de estos coches, y 201 fueron vendidos por Yenko Chevrolet.
Si bien aquellos COPO Camaro eran coches de altas prestaciones nacidos para poder conducirse en carretera, ya tenían una vocación muy de circuito. De manera paralela a la iniciativa de Yenko, el programa COPO 9560 de Fred Gibb alumbró a 69 unidades del Camaro de 1969, en su caso con un claro propósito de carreras equipando también un V8 de 7.0 litros pero en su caso con un bloque realizado íntegramente en aluminio. Aquel fue el primer Camaro con la denominación ZL-1.
En Motorpasión | Cómo construí mi propia furgoneta camper paso a paso: una historia de sueños y pesadillas por el amor de viajar a mis anchas