La competición de dos ruedas tiene un plus de espectacularidad con respecto a la de cuatro. Ya no solamente por la facilidad de observar adelantamientos, si no por la práctica seguridad de que va a haber caídas; que, en la mayoría de los casos, no van a ser de mayor importancia.
En este artículo vamos a echar una mirada un poco más detenida a una de las causas de caídas clásicas en competición, la pérdida de agarre en la rueda delantera.