Parte del proceso de desarrollo de un nuevo modelo son las pruebas. Los coches recorren miles de kilómetros previos a al lanzamiento del vehículo para realizar infinidad de pruebas. Algunos dirán que deberían hacer más para evitar esas averías que de vez en cuando acusa algún modelo de forma masiva... y no les falta razón.
También es cierto que hay marcas que invierten (no gastan, invierten porque da sus frutos) más que otras en realizar estas pruebas. Así podemos ver fabricantes que someten a duras jornadas en el desierto a sus vehículos para después hacer lo mismo pero a temperaturas bajo cero. Y ahí aparecen los paparazzi del motor para llevarse una foto de la mula de pruebas, pero para eso está el camuflaje.
Hay camuflajes más y menos elaborados, pero todos ellos tienen un objetivo común, ocultar las formas definitivas del nuevo modelo. En este vídeo tienes el proceso de camuflaje del BMW Serie 5 GT, échale un vistazo y luego lo comentamos.
Como puedes ver no se han limitado cubrir la carrocería con vinilos estampados para dificultar la apreciación de sus curvas, lleva planchas de plástico atornilladas a la carrocería, falsos intermitentes en los retrovisores, carenados de faros, calandra, capó, puertas, maletero, techo y paragolpes, lleva agujeros para despistar y hasta un falso tapón del depósito de combustible.
Por dentro no se queda atrás y se forra por completo el salpicadero, la consola central y los paneles de puertas. Un trabajo intenso pero que hace efecto, el GT cambia de look y oculta sus rasgos característicos.