En el CES de Las Vegas acaba de desvelarse el BMW i8 Mirrorless, una versión del deportivo híbrido enchufable que renuncia a los espejos retrovisores exteriores para sustituírlos por cámaras
En lugar de los espejos retrovisores exteriores se han montado dos soportes muy finos y aerodinámicos que incorporan una cámara cada uno. A estos se une una tercera cámara en la trasera, y juntos forman una imagen combinada que se muestra en una pantalla situada en el espacio del retrovisor interior.
Esta pantalla de alta resolución y la disposición de las tres cámaras, según BMW, es capaz de ofrecer una imagen con un ángulo de visión que sería imposible conseguir con los espejos tradicionales.
Cuando probamos el BMW i8 (prueba) uno de sus defectos era la limitada visión posterior que ofrecía por el curioso diseño de la trasera, y el reducido tamaño de la luneta posterior.
Los soportes de las cámaras retrovisoras permiten montar los indicadores de alerta de ángulo muerto, como en los espejos convencionales. El sistema evalúa las imágenes de la cámara y ofrece una respuesta a los peligros inminentes, por ejemplo, destacando iconos de alerta en amarillo.
Por el momento este es solo un prototipo para mostrar que BMW tiene muy avanzado el desarrollo de esta tecnología, pero yo no descartaría que en breve estuviese disponible este sistema para el BMW i8 y tal vez para otros modelos.