Lo último que hemos conocido de la tecnología BMW eDrive es un prototipo del BMW i8 Hydrogen Fuel Cell, es decir, de pila de combustible de hidrógeno, que se ha presentado ataviado de una guisa que no hace sino potenciar el interés que puede despertar esta tecnología. Si en el futuro Mad Max tiene que darse de palos con otras personas por el dominio de la producción industrial de hidrógeno para automoción, sin duda este será su coche.
La idea de BMW es conseguir motorizaciones TwinPower Turbo de altas prestaciones con una eficiencia nunca vista. La firma bávara, que hasta la fecha ha ido avanzando pasos en este terreno de la mano de Toyota —ahora más proclive a acercar posiciones en infraestructuras de hidrógeno con Honda y Nissan, y quién sabe si con Mazda en cuestión de motorizaciones—, ya muestra los frutos del trabajo realizado en los últimos años, según lo previsto.
La nueva gama de BMW se compondrá de motorizaciones de gasolina, motorizaciones diésel, motores eléctricos, motorizaciones híbridas y motorizaciones eléctricas por pila de combustible de hidrógeno. En la línea de lo que serán las gamas futuras de los grandes fabricantes, no quedará ni un flanco por cubrir, hasta que se vaya conformando el nuevo escenario en el mercado del automóvil. Eso sí, para partir de una misma base, hay que reconocer que el prototipo presentado es algo más pintón que el Toyota Mirai. Sólo un poquitín...