En 1999, Audi lanzó el Audi A2, un pequeño utilitario que se posicionaba por debajo del Audi A3, pero que no tenía nada que envidiar a sus hermanos mayores a nivel técnico, de hecho, fue uno de los coches más avanzados de su época.
A pesar de eso, no se vendió como Audi tenía esperado y en 2005 se dejó de fabricar. Ahora cumple 25 años y los estudiantes de la marca de los cuatro aros han hecho un restomod en clave eléctrica para celebrar su cuarto de siglo.
El Audi A2 de 1999 actualizado a la era de la electrificación
El experimento del Audi A2 salió tan mal que desapareció sin sucesor, pero realmente fue todo un incomprendido porque era un coche realmente avanzado desde el punto de vista técnico.
A pesar de todo, Audi dejó claro hace poco que tenía intención de volver a lanzar un nuevo Audi A2 en clave completamente eléctrica y llegó a presentar un prototipo. Desde entonces, no hemos vuelto a tener noticias de ese proyecto, pero ahora Audi ha devuelto a la vida al A2, aunque no para llevarlo a producción.
Y es que, con motivo del 25 aniversario del Audi A2, los estudiantes de Audi han hecho un restomod del modelo original. Partiendo de la base del Audi A2 de 1999, han modificado su diseño para que sea más actual y todavía más aerodinámico, con nuevos paragolpes, llantas carenadas, faros más modernos, retrovisores digitales y el logotipo de Audi iluminado delante y detrás, que es algo que ahora está muy de moda.
De esa forma, este Audi A2 parece un restyling muy profundo del modelo de hace 25 años, pero los cambios no terminan ahí. Los estudiantes de Audi también han hecho algún cambio en el interior, donde hay nuevos asientos, y han cambiado el tren motriz de combustión por uno completamente eléctrico, aunque Audi todavía no ha proporcionado detalles sobre la potencia del motor eléctrico o la batería que han utilizado.
Lo que está claro es que este coche en versión 100% eléctrica es un concepto con mucho sentido. La aerodinámica y un peso contenido son clave para que un coche de cero emisiones ofrezca una buena autonomía.
Y lo cierto es que el diseño no desentona absolutamente nada en 2024, pero es simplemente un concept y no va a pasar de ahí. Lo que está por ver es si Audi se anima a lanzar un nuevo A2 eléctrico de producción; ahora que solo utiliza números pares en los nombres de sus coches eléctricos, un A2 de cero emisiones tiene más sentido que nunca.
El Audi A2 original fue un coche que nació antes de tiempo
El final de los años 90 y el principio de los 2.000 fue una época dorada para el automóvil. Muchas fabricantes se atrevieron a innovar como nunca antes lo habían hecho y, gracias a ello, nacieron coches francamente interesantes. Una de las compañías que más rienda suelta dio a su imaginación fue el Grupo Volkswagen, en parte, gracias a las decisiones que tomaba su máximo responsable en ese momento: Ferdinand Piëch.
Bajo el mandato de Piëch vieron la luz iconos de la talla del Bugatti Veyron, el Bentley Continental GT o el Volkswagen Phaeton. Más allá de los modelos de lujo, llegaron otros más accesibles, pero también muy interesantes, como el Volkswagen New Beetle, el Volkswagen Golf mk4, el primer SEAT León o el Audi A2, si bien es cierto que, a nivel comercial, no todos funcionaron igual de bien.
El Audi A2 no se vendió tan bien como otros modelos de esa época. Su diseño te puede gustar más o menos, es una cuestión subjetiva (personalmente, me encanta), pero es incuestionable que era un coche muy avanzado para su época. Además de tener una aerodinámica especialmente cuidada, su chasis su carrocería estaban fabricados en aluminio, un privilegio que en ese momento solo estaba reservado a unos pocos coches muchísimo más caros.
De esa forma, Audi conseguía que las versiones básicas pesaran menos de 900 kg y las más pesadas se iban a los 1.070 kg. Eran cifras espectaculares para un coche del segmento B que medía 3,83 metros de largo, tenía cinco puertas, cinco plazas y un maletero con 390 litros de capacidad (para que te hagas a la idea, el Audi A3 Sportback actual tiene 380 litros de maletero).
Como pesaba tan poco y su aerodinámica era tan efectiva, se movía muy bien con los motores poco potentes que podía utilizar. Pero lo más interesante fue su consumo: con el motor 1.2 TDI de 60 CV homologaba un consumo medio de 3 l/100 km. El 1.4 TDI de 90 CV se conformaba con 4,3 l/100 km y el gasolina 1.6 FS de 110 CV con 5,9 l/100 km.
El problema que tuvo es que era caro (el más barato tenía un precio de partida de unos 19.000 euros en España en el año 2.000), en buena medida por el chasis y la carrocería de aluminio. Aunque costaba más que muchos compactos contemporáneos, Audi perdía alrededor de 7.500 euros con cada unidad que producía en la puntera fábrica de Neckarsulm, por lo que solo estuvo a la venta entre 1999 y 2005.
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