El presidente de Audi, Rupert Stadler, ha sido detenido en su casa hace unas horas a instancias de la fiscalía alemana por presunto fraude y publicidad falsa. Según informa Autonews, la detención se ha producido ante el riesgo que han visto los fiscales de Múnich de que Stadler pueda destruir pruebas relacionadas con el Dieselgate.
Un nuevo golpe a la industria automotriz alemana
Un juez en Alemania ha ordenado que Stadler se mantenga en prisión preventiva para evitar que obstruya o entorpezca la investigación acerca del escándalo de emisiones que afecta al Grupo Volkswagen desde que en 2015 admitiera haber instalado un software ilegal que maquillaba las emisiones de partículas contaminantes de sus vehículos.
Aún no se ha determinado si el responsable de la firma de los cuatro aros permanecerá retenido.
Según las informaciones, el segundo sospechoso de fraude es el jefe de compras de Audi, Bernd Martens, que dirigió un grupo de coordinación para gestionar la crisis de la empresa matriz. Tanto él como Stadler, cuyo apartamento fue registrado la semana pasada y el año pasado, estaban siendo investigados por la fiscalía alemana por presunto fraude y publicidad falsa en el mercado europeo.
Estados Unidos presentó cargos criminales contra el ex CEO de Volkswagen, Martin Winterkorn, pero es poco probable que se enfrente a las autoridades estadounidenses porque Alemania no extradita a sus ciudadanos a países fuera de la Unión Europea.
Además, el Grupo Volkswagen ha sido recientemente condenado por la Fiscalía de Braunschweig a pagar un total de 1.000 millones de euros de multa por la manipulación de emisiones.
Por otro lado, en abril, el jefe de Desarrollo de Motores de Porsche desde 2011, Jörg Kerner, fue detenido a petición de la Fiscalía de Stuttgart, que cree que Kerner jugó un papel clave en el caso de la manipulación del software, y considera que también están implicados un miembro del consejo de administración, un alto directivo y un exempleado que ahora trabaja en Audi.