70 años sin Bernd Rosemeyer. Casi nada. El mítico piloto alemán, de la época de los Nuvolari, Varzi y compañía, falleció hace ya 70 años, un 28 de enero, sin que ni tan siquiera la Fórmula 1 hubiera empezado a dar sus primeros pasos “oficiales”. Pero eso no quita para que todos los veteranos en esto de las carreras tengan siempre el apellido del alemán en la boca cuando se trata de escoger los mejores pilotos de todos los tiempos.
Corría la mañana de ese fatídico 28 de enero de 1938 cuando Bernd Rosemeyer surcaba la autopista entre Frankfurt y Darmstadt a lomos de su Auto Unión plateado, con la aguja superando los 400 km/h, cuando una fuerte racha de viento se llevó la vida del extraordinario piloto alemán. Estaba intentando recuperar el récord del mundo de velocidad en tierra en un kilómetro con salida lanzada, que se lo acababa de quitar el Mercedes de Caracciola minutos antes.
“Mi turno ha llegado”, pronunció Rosemeyer nada más felicitar a Caracciola. Éste le advirtió de los fuertes vientos que se avecinaban, pero Rosemeyer no tenía otra cosa en la cabeza que no fuera ese récord. El resto es historia. Una fuerte ráfaga de viento, una vez Rosemeyer ya había recuperado el récord rodando a 430 km/h, hizo que el valiente alemán saliera por los aires, muriendo casi al instante. Sus rivales de Mercedes se quedaron de piedra. Caracciola lo explica así: “Parecíamos estatuas. Bernd prácticamente no sabia qué era el miedo. Y a veces, eso no es bueno. En realidad, todos sentíamos miedo por él en cada carrera que participó”.
Vía | Audi, PasionF1