Bucear por el mundo de las patentes puede deparar notables sorpresas, como encontrare que Amazon está patentando un sistema de entrega en el que los paquetes caen en paracaídas desde el dron, o una autopista para coches autónomos (también minidrones que aterrizan en el hombro de las fuerzas policiales). Suelen ser avances del tipo "por qué no se me ha ocurrido a mi", y Audi acaba de aportar su granito de arena en la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos.
La marca de los cuatro aros ha patentado un método para encontrar la ruta de navegación más eficiente de un vehículo híbrido, que se muestra de forma dinámica a través de un dispositivo de control. Así, se podrá escoger a través del sistema de navegación una ruta de eficiencia que permita un uso optimizado del motor eléctrico o el de combustión a elección, de forma similar a lo que ya hace el Audi Q7 e-tron.
Mayor eficiencia, menos emisiones
Tal y como se describe en la solicitud, mediante el sistema de navegación se traza una ruta de eficiencia que permite una utilización máxima del motor eléctrico o del de combustión a través de parámetros como la clase de carretera, la longitud o rutas preferidas.
Por ejemplo, la navegación podría permitir que el conductor seleccione un punto a lo largo de la ruta en la que sólo quiere rodar con el motor eléctrico, y el sistema sería capaz de adaptar la ruta si la cantidad predicha de rango cambia durante el viaje.
En el Audi Q7 e-tron ya se puede ver el consumo medio, la velocidad media y el tiempo que ha estado funcionando el motor de combustión a través de gráficos de ruta.
De hecho, el Q7 en modo Hybrid gestiona la energía de la batería en función de la ruta que programemos en el navegador: reconoce las rotondas, curvas y poblaciones. Es más, aprovecha para pasar por las poblaciones en modo EV y no contaminar. Si no programamos el navegador esta función también funciona pero de forma limitada, con una previsión de sólo tres kilómetros.
Toyota también firmó una patente hace poco para maximizar la eficiencia durante la conducción. La tecnología permite planificar una ruta en la que el vehículo se desplace bajo el sol el mayor tiempo posible, de forma que una célula solar montada en el techo suministre de energía al coche.
Claro que una patente no es sinónimo de un uso en producción o de que se vaya a materializar; ya vimos en 2015 cómo Ford patentó una caja automática de 11 velocidades, que menos mal que no eran manuales, y que no vio la luz. Honda haría lo mismo un año después.