Desde que en 1996 llegara al mercado la primera generación del Audi A3, la marca de Ingolstadt ha cosechado un gran éxito con el modelo. Este compacto premium es sin duda uno de los referentes del segmento y uno de los que más se ven por nuestras calles.
Hace unos nueve años, allá por 2003, Audi lanzaba la segunda generación de su exitoso compacto, primero en carrocería tres puertas y más tarde en carrocería Sportback. Ahora, por fin, llega el esperado relevo: la tercera generación del Audi A3, que se presentó en el pasado Salón de Ginebra. El precio base en España es de 22.530 euros y las primeras unidades no llegarán hasta agosto.
Para subirnos por primera vez al nuevo Audi A3 y tener ese ansiado primer contacto con el modelo, Audi nos llevó a la mediterránea isla de Mallorca, donde podríamos disponer de diferentes motorizaciones y versiones para obtener nuestras primeras impresiones.
Desde que conociésemos el nuevo Audi A3, muchas han sido las opiniones que afirmaban que estéticamente no aportaba nada nuevo. Que era “más de lo mismo” pero lo cierto es que el nuevo diseño sí que rejuvenece un compacto que estaba ya demasiado visto.
Desde luego es una bocanada de aire fresco para un modelo que representa en torno al 20% de las ventas totales de la marca alemana. Además, bajo su piel, el A3 estrena la plataforma modular transversal o MQB del grupo Volkswagen, de la que después se beneficiarán un sinfín de modelos, empezando por la próxima generación del Volkswagen Golf.
Otra de las pegas que se han ido escuchando en relación a este nuevo A3 es su parecido con el Audi A1, con el que comparte algunos rasgos. Personalmente me gusta y creo que va a gustar, en general, ya que el cambio es muy acertado. Lo que han hecho desde Audi es volver a hacer atractivo un producto clave en su gama de modelos. ¿Por qué cambiar lo que funciona? Con renovarlo basta.
También he podido escuchar por ahí que el nuevo A3 parece más pequeño que su predecesor. En realidad apenas varía un milímetro en cuanto a longitud de la carrocería (4,24 metros), al igual que la altura, ensanchando sólo un poquito (12 milímetros). A la vista puede parecer más pequeño, pero no lo es. Lo que sí crece es la batalla (2,60 metros) al recortar ligeramente el voladizo delantero.
El nuevo Audi A3 luce unos faros de nueva factura (muy del estilo de los de los últimos modelos de la casa), aunque quizá los faros opcionales bi-xenón sean la elección más atractiva gracias a las luces de marcha diurna LED, que dibujan una línea de luz a modo de ceja (no se diferencia cada diodo), como ya vimos por primera vez en el Audi A1. También está previsto que se ofrezcan más adelante los faros completos LED.
Si echamos un vistazo al lateral destaca la marcada línea de cintura y una línea de techo que desciende según se va acercando a la zaga del vehículo. La oferta de llantas es amplia y existen algunas opciones cuyo diseño resulta novedoso y ciertamente atractivo (ver galería).
La trasera es quizá lo más novedoso del conjunto, gracias a los faros de nuevo diseño, que son más planos por la zona interior y abarcan un poco del lateral del coche, donde se ensanchan algo más. El paragolpes es sencillo y las salidas de escape se encuentran en la parte inferior izquierda.
Audi ofrece para el A3 trece colores diferentes de carrocería: sólidos (blanco, rojo y negro), metalizados (marrón, dos grises, plata, blanco, azul y rojo) y de efecto perla (negro, rojo y gris). Otro detalle importante a tener en cuenta es que está disponible un paquete S-Line que hace todavía más deportivo el diseño exterior.
Sin duda uno de los aspectos en los que más hincapié ha hecho la marca es en el adelgazamiento al que se ha sometido su modelo estrella. Con el motor de gasolina más básico, el 1.4 TFSI de 122 CV, el coche pesa sólo 1.175 kilogramos. Los efectos de la dieta varían según la motorización pero el ahorro puede ser de hasta 80 kilogramos con respecto al anterior A3.
Diseño interior
Independientemente de su apariencia exterior, el Audi A3 gana muchos puntos en cuanto a diseño interior se refiere. Puede que los cambios exteriores nos parezcan pocos, podemos hablar de continuismo o decir directamente que no han arriesgado mucho, pero es dentro donde encontramos algunos de los cambios más importantes, tanto por apariencia como por oferta de equipamiento.
Desde Audi aseguran que han ganado en torno a un centímetro y medio en altura libre al techo, es decir, en espacio para la cabeza, tanto en las plazas delanteras como traseras. Lo cierto es que ni pudimos apreciarlo ni somos tan altos como algunos de los alemanes que rondaban por la isla.
Cabe destacar que las plazas delanteras son amplísimas y que las traseras, aunque pueden acomodar a tres pasajeros, son ideales para que dos adultos viajen ampliamente, haciendo uso del reposabrazos (que al mismo tiempo deja un hueco de acceso al maletero, que sirve para cargar objetos largos como esquíes). El maletero, por cierto, ofrece 365 litros de capacidad y 1.100 litros con los asientos traseros abatidos.
Las unidades que tuvimos disponibles estaban todas generosamente equipadas, aunque pudimos ver qué ofrece el nuevo interior dejando de lado las tapicerías, los gadgets y elementos del paquete deportivo S-Line.
Las principales novedades, a parte de la calidad percibida, de la buena disposición de los mandos y de un diseño ciertamente atractivo con respecto al anterior (wrap-around, nuevo cuadro de instrumentos, nuevos mandos en la consola, difusores de aire jet…), son la pantalla escamoteable del salpicadero y el controlador táctil del MMI Touch (que como es natural, no es de serie).
La pantalla, que se despliega al arrancar el motor (y que podemos ocultar con sólo tocar un botón de la consola), ofrece toda la información del sistema de sonido, navegación e incluso todos los ajustes del vehículo incluídos los del Audi Drive Select (modos de conducción: comfort, auto, dynamic, efficiency o individual), que por primera vez está disponible en el Audi A3.
La ausencia de tirador de freno de mano (éste es eléctrico) en el túnel central hace que haya más espacio para el controlador del MMI. Éste, que es táctil, nos permite ajustar desde el mismo mando todos los ajustes del vehículo, la navegación o el sistema de sonido, e incluso nos permite introducir destinos en el nevegador mediante la superficie táctil en la que debemos dibujar las letras con el dedo (como vimos por primera vez en el Audi A8), evitando así quitar la vista de la carretera (el sistema nos “canta” qué letra hemos introducido, para no tener que mirar la pantalla).
Los asientos (cómodos y con ajuste lumbar eléctrico) o el volante, por ejemplo, también son de nuevo diseño. Según la versión, éste último puede tener tres o cuatro radios, puede montar levas con el cambio S-Tronic y puede estar achatado por la parte inferior (S-Line). Otro detalle interesante, en este caso del cuadro de instrumentos, es que los indicadores de temperatura del agua y de nivel de combustible carecen de aguja y cuentan con una escala luminosa (ver foto en la galería).
Los mandos del climatizador también son nuevos y están ubicados a media altura, en la consola central. La numeración es clara y los diferentes botones también lo son. Por encima encontramos los botones que hemos comentado antes (para las luces de emergencia, el Audi Drive Select, accionar la pantalla…) y por debajo encontramos ya la toma de 12V y dos huecos portabebidas en el túnel central, que ademas cuentan con una pequeña línea luminosa para que veamos dónde dejamos nuestro refresco incluso a oscuras.
Mañana hablaremos de los diferentes acabados que ofrece el vehículo, así como de sus cualidades dinámicas y de la oferta de motorizaciones, que incluye opciones muy interesantes tanto si queremos ahorrar en combustible como si deseamos un coche prestacional, y eso a falta de las versiones realmente deportivas (S3, RS3…), que tardarán en llegar.
Continuará…
Fotografía | Javier Álvarez
En Motorpasión | Audi A3, presentación y prueba en Mallorca (parte 2)