De entre las marcas no americanas que se han dado cita en el Salón de Nueva York, nos encontramos con otro estandarte deportivo. En este caso es el nuevo Audi R8 Spyder el que llega para complementar a su primo de carrocería cerrada.
Este agresivo deportivo descapotable sigue la pauta marcada por su antecesor nacido en el año 2010, pero ahora toma la base del actual R8 al que calca las cifras de prestaciones. Mantiene intacto su V10 atmosférico pero le añade ese plus tan glamuroso de desvestirse parcialmente.
Más Audi R8, más Spyder
La silueta del nuevo Audi R8 Spyder tiene más fuerza con sus nuevas medidas
Stefan Knirsch, responsable de Desarrollo, al presentar este nuevo descapotable comentaba que era el paso natural que había que dar:
Nuestra nueva gama R8 es la vanguardia deportiva de Audi. Tras el Coupé, estamos lanzando la segunda generación del R8 Spyder. Este deportivo se distingue por unas prestaciones decididamente cautivadoras y proporciona al conductor una experiencia aún más directa con el inconfundible sonido del V10 atmosférico.
Gracias a la influencia del actual R8, la presencia del Spyder se acentúa con respecto a su predecesor. Es 14 milímetros más corto y 36 más ancho al tiempo que la altura y la distancia entre ejes se mantienen. Sus dimensiones exactas son 4.426 x 1.940 x 1.244 mm.
El frontal se presenta imponente gracias a la enorme parrilla Singleframe que se complementa con sendas tomas de aire a cada lado siguiendo un esquema horizontal que enfatiza su anchura. Los faros de 37 diodos contribuyen también a reforzar este efecto visual (iluminación láser opcional).
El techo retráctil pesa sólo 44 kilos gracias al empleo de materiales ligeros
Pero el principal aliciente de este Spyder es su capacidad para dejar las melenas al viento. La capota (disponible en negro, marrón y rojo) está fabricada en lona y gracias al empleo de materiales ligeros como la fibra de carbono, todo el conjunto pesa sólo 44 kilos. Se tiende o recoge gracias a un sistema electrohidráulico que tarda 20 segundos en realizar la operación y puede operarse mientras no se circule a más de 50 km/h.
Los chicos de Audi han trabajado mucho en reducir el ruido aerodinámico dentro del habitáculo para conseguir que los niveles sean más bajos que en el anterior. Esto se ha conseguido con la inclusión de un deflector de tejido sintético y la posición del cristal trasero para desviar el aire con la capota retirada.
El peso total del Audi R8 Spyder es de 1.612 kilos en vacío, consiguiendo una relación peso/potencia de 3,19 kg/cv. Buena parte de culpa la tiene el Audi Space Frame (ASF) que combina piezas estructurales de aluminio y PRFC.
Al chasis de la versión cupé se le han añadido refuerzos en los umbrales de las puertas, pilares A y el marco del parabrisas para soportar la ausencia de un techo estructural. El chasis del R8 Spyder pesa 208 kilos y tiene una rigidez torsional un 50% superior al Spyder previo.
540 caballos para despeinarse a gusto
En cuanto al propulsor, se conserva intacto el motor V10 FSI de la versión cupé. Con 5.204 centímetros cúbicos, sus 10 cilindros son capaces de generar 540 cv de potencia y 540 Nm de par motor. Con estas cifras es capaz de lanzarse desde parado hasta los 100 km/h en 3,6 segundos y llegar hasta los 200 km/h en 11,8. Su velocidad máxima es de 318 km/h.
Gracias a la desconexión de cilindros, la inyección doble o la nueva gestión de la caja de cambios S-Tronic de siete velocidades y doble embrague el consumo se reduce un 10% en comparación con el modelo saliente. Su consumo medio es de 11,7 litros a los 100 y emite 277 g/km de CO2.
Tiene que ser una maravilla pasearse a cielo abierto con el V10 acariciándonos los tímpanos con su melodía.
