Esta es una transformación digna de Top Gear. Cuando tienes un coche clásico como un Saab 900 de 1980, puedes tenerlo impoluto en tu garaje, dejarlo tirado por ahí o reconvertirlo a otra cosa, por ejemplo una sauna con interior de madera bastante bien hecho.
Claro, que ya puestos, para qué limitarnos a un coche-sauna cuando podemos tener un coche-sauna-barbacoa. Eficiencia energética, ahorro de espacio en el jardín y objeto bizarro para enseñarle a los amigos, tres pájaros de un tiro.
Sólo falta un Volvo al lado abierto por el techo para hacer de jacuzzi.
Vía | autoblog.nl
Más información | Winding Road