Me quedaría más tranquilo si hubiera encontrado alguna de estas fotos circulando por Internet y, al no poder conocer la historia que hay detrás, hubiera pensado que se trata de algún friki que se ha cargado su Audi TT. Desgraciadamente, no es así. Tienen un motivo para hacerlo, y lo peor es que habrá unos cuantos.
En Dinamarca los coches están gravados con un impuesto del 155% del valor del coche. Un Audi TT 2.0 TFSI cuesta allí 85.500 euros. Y por lo visto, si el coche es una camioneta para uso profesional los impuestos son mucho menores.
Así que, como os podéis imaginar, algunos con más morro que espalda adquieren esta conversión a una empresa especializada que muestra orgullosa su catálogo (PDF) con sus maquiavélicos planes para el TT.
No, no tiene sentido, debería estar mejor regulado y es una aberración contra la lógica de esa ley. Personalmente considero bastante injusto que los gastos de empresas se traten tan bien fiscalmente, pero si los economistas dicen que tiene que ser así, no podré protestar. El caso es que por mucho que nos disguste, si en España hubiese la posibilidad de adquirir un TT destrozado de esa forma por 10.000 euros, más de uno lo compraría.
Ah, se me olvidaba. Para compensar y que no le cojamos odio a los daneses, hay que recordar que han hecho lo peor que he visto con un TT (esto), pero en mi opinión de ahí también ha salido uno de los toques de diseño más elegantes para el Audi TT.
Vía | Carscoop
En Motorpasión | Detalles de diseño para el Audi TT desde Dinamarca
