¡Ay, el Mini! Ese pequeño coche de culto. Ligero, compacto, divertido y con mucha personalidad que se ha convertido en un icono del motor y es fuente de personalizaciones infinitas. Uno de los grandes atractivos de los Austin Mini es el particular sonido de su motor, pero si le metes un sistema de admisión Arden 8-Port el resultado es casi erótico.
Con un precio que supera los 3.000 euros, este kit de Arden vale cada uno de sus euros a tenor por cómo suena. Debería haber una normativa que obligase a que los vehículos a motor tuvieran un sonido tan atractivo. No me digas que no has esbozado media sonrisa al escuchar la estirada del pequeño motor.