Prueba: Opel Zafira OPC

Hablando del Zafira, prometí un familiar de más de 200 CV y ahí va uno de ellos: el monstruoso Zafira OPC, el monovolumen de serie 7 plazas más rápido del Mundo. Si tenemos varios chiquillos o están en camino, no queremos renunciar a un coche potente, y si nuestro cónyuge está de acuerdo, con el Zafira OPC no renunciamos ni a sensaciones ni a practicidad familiar, aunque es radical para el pasaje.

Su motor 2.0 Turbo ECOTEC de 240 CV es el mismo del Astra OPC. Catapulta al Zafira hasta 231 Km/h y acelera de 0 a 100 en sólo 7,8 segundos. Con su duro tarado de suspensión y su potente motor, este monovolumen es el amo de los adelantamientos en su categoría y en carretera es capaz de humillar a muchos compactos: 80-120 en 4ª en sólo 6,2 segundos. En 3ª directamente parece que sobrevolamos más que adelantamos.

Puesto de conducción

Es un monovolumen y no lo puede evitar, al principio no nos vamos a sentir en un lugar muy deportivo, vamos un poco altos. Los asientos Recaro sujetan a la perfección a los ocupantes delanteros, aunque son un problema para gente ligeramente rellenita. El aro del volante es muy grueso y con un cuero que da gusto tocar, la dirección está endurecida y se nota especialmente aparcando o haciendo esquivas a muy poca velocidad.

Los pedales son de aluminio, con tacos de goma. Todo un guiño a la conducción deportiva, pero con un matiz, la separación freno-acelerador complica un poco la realización del punta-tacón. La palanca de cambios también es grandota y se agradecería que fuese más pequeña, así como un tacto menos duro. El freno de mano es de tipo avión, y a veces cuesta un poco soltarlo.

Motor y dinámica

No es un propulsor tan sofisticado como el 2.0 TFSI de VAG, pues aún utiliza inyección indirecta. Sus 240 CV están disponibles a 5.600 RPM y el par máximo, 320 Nm (como un diesel de 150 CV) se mantiene constante entre 2.400 y 5.000 RPM, es decir, fusiona el culo con el asiento. A pocas vuelta el motor va un poco dormido, pero cuando la aguja toca las 2.000 RPM, estalla y empieza a acelerar como una bestia.

En 1ª y 2ª las pérdidas de tracción son frecuentes y el tren delantero recibe cada “meneo” que obliga a afinar mucho la sensibilidad de nuestros pies. Al igual que el resto de modelos OPC, es un handicap que sea de tracción delantera, debería ser integral. El comportamiento es neutro incluso en curvas complicadas superando los límites, y el ESP no es intrusivo, nos permite divertirnos un poco. Si nos pasamos de la raya, se nos empezará a ir de morro, no hay que olvidar que el nene pesa 1.665 kilos.

Gracias al chasis IDS recalibrado, con control continuo de la amortiguación, el Zafira OPC va por curvas rápidas perfectamente, sin apenas balancear o acusando inercias. Si nos sentimos inspirados, pulsamos el botón “Sport” y la suspensión se pone como una piedra, los pedales histéricos y la dirección más dura. Parece otro coche, aún más racer. Al emocionamos más de la cuenta, los frenos, aunque son muy buenos, empezarán a acusar fatiga.

Tienen el mismo diámetro del Astra OPC (discos de 321 mm delante y 278 mm detrás), con pinzas pintadas, capaces de parar el Zafira de 120 a 0 Km/h en unos 51 metros. No obstante tienen sus límites (como todos). El motor no es muy silencioso que se diga, pero no es muy ruidoso, nada que no sea soportable en un deportivo de 240 CV. Los cruceros por encima de 120 Km/h se hacen un poco pesados por los rebotes de suspensión y la sonoridad.

Como en el Meriva OPC, la conducción eficiente es muy complicada, y en esas condiciones, el consumo no baja de 10 litros casi nunca. En conducción rápida bebe la gasolina a tragos, las medias suben tanto que dan miedo, pero ¿qué esperábamos? La autonomía posible está entre 500 y 600 kilómetros en condiciones “normales”. Si somos muy aficionados a pisarle y gasta 12 l/100 Km en adelante, que no nos extrañe.

Interior

Como monovolumen de 7 plazas, el Zafira OPC se perfila como una buena elección, aunque no destaca tanto como otros monovolúmenes que hemos visto este mes. Tiene buenas cotas de espacio, las plazas traseras son utilizables por adultos medianos, y la sujección de los pasajeros no es tan buena como delante, pero tampoco nos permite bailar. El acceso a la 3ª fila no es tan bueno entre que las puertas son “normales” (no correderas) y el mecanismo de abatimiento de los asientos de la 2ª fila no convence mucho.

La terminación es buena, da sensación de calidad y robustez, además, tiene cierto colorido. Los asientos están un poco duros en general, los de la 3ª fila más ya que están pensados para ocultarse completamente bajo el piso. ¿Pegas? El climatizador es monozona, no hay espejo de vigilancia para niños, falta instrumentación específica (testigos de aceite, temperatura o turbo), la visibilidad frontolateral no es muy buena, los seguros hay que echarlos a mano, no es muy confortable…

El equipamiento es muy bueno, para algo palmamos más de 30.000 euros. Se queda fuera del equipamiento de serie la asistencia al aparcamiento y arranque en cuesta, retrovisores eléctricos plegables, el Bluetooth, capacidad MP3, organizador de maletero… Y sobre este último, con 7 plazas tiene un volumen muy pequeño: 140 litros. En configuración 5 plazas se defiende con 645 litros y en sólo dos plazas, 1.820 litros son suficientes para mudanzas.

En seguridad activa y pasiva tiene de serie todo lo necesario menos el sensor de presión de los neumáticos, que se paga aparte. Cinco estrellas EuroNCAP avalan al Zafira como un monovolumen muy seguro y a la altura de sus rivales. Tenemos 7 plazas con reposacabezas y cinturones de 3 puntos, airbags delanteros, laterales y de cabeza, control de velocidad, retrovisor fotosensible, fijaciones ISOFIX, ESP, etc.

Resulta un poco difícil de justificar la compra de este monovolumen por que hay alternativas más racionales… y aburridas. A su altura tiene al Ford S-Max 2.5T (220 CV), Renault Grand Espace V6 (245 CV), SEAT Alhambra/Volkswagen Sharan V6 (204 CV), Chrysler PT Cruiser 2.4 Turbo GT (223 CV) y muy lejos en precio la clase R de Mercedes.

Como rivales imaginarios podemos pensar en el Volkswagen Touran R34, Citroën C4 Picasso VTS, SEAT Alhambra FR, Fiat Ulysse Abarth, Peugeot 807 GTI, Mazda 5 MPS, Nissan Pathfinder GT-R, etc. Si el Meriva OPC ya era un tema, el Zafira OPC es un canteo. Demasiada potencia y muy radical para cargarlo con la chavalería, aunque podemos optar por una versión más descafeinada con “sólo” 200 CV, pero la verdad sea dicha no mola tanto.

NOTA: Durante la filmación del vídeo se tomaron las debidas precauciones para con los demás conductores.

Vídeo | Zapp Internet y Youtube

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