Puro fuego. El SSC Tuatara está dispuesto a convertirse en uno de los coches más relevantes de los últimos años y en el superdeportivo americano por excelencia. Cada vídeo que sacan nos dejan con la boca un poco más abierta.
En esta ocasión tenemos una escena muy corta, pero no por ello menos intensa. Apenas son 15 segundos y tres cambios de marcha, pero cada uno de ellos vale oro, dejándonos unas poderosas llamaradas bajo la leyenda del Track Mode conectado.
SSC Tuatara: la bestia americana está suelta
Para conseguir estos furiosos cambios de marcha, la caja de cambios de siete velocidades semiautomática que utiliza el SSC Tuatara está creada ex profeso por los especialistas italianos de CIMA, que junto con una electrónica dedicada consiguen que las transiciones entre marchas en modo Track requieran de tan solo 100 milisegundos.
De esta manera la entrega de potencia sobre las ruedas traseras prácticamente no tiene interrupciones, manteniendo la transmisión del bloque 5.9 V8. El motor creado por Nelson Racing Engines es una bestia superlativa enfurecida por dos turbos que a pleno rendimiento y quemando gasolina E85 puede desarrollar una potencia máxima de 1.775 CV.
Mientras tanto la elaborada carrocería consigue un coeficiente aerodinámico de 0,279 para alcanzar una velocidad máxima de momento indeterminada, pero aseguran que puede superar las 300 mph (483 km/h). Con estas cifras no es de extrañar que sea un coche desorbitado, pero incluso a la propia compañía sorprendió una aceleración de 96 a 193 km/h en sólo 2,5 segundos durante una prueba con el limitador de revoluciones activo.
Mientras el Tuatara sigue poco a poco dejándonos con la boca abierta y con ganas de ver qué es capaz frente a sus rivales, la compañía ha asegurado que ya están trabajando en un segundo modelo. Se trataría de una versión un poco menos radical, más pequeño y no tan caro como el Tuatara.
De esta manera, Jerod Shelby, jefazo de SSC, asegura que escalando tanto el precio como las prestaciones de su superdeportivo podrían sacar un coche que llegase a mucha más gente, no sólo por ser más asequible, sino porque podrían permitirse una producción más amplia.
Ahora sólo falta responder a la pregunta de si el SSC Tuatara podrá batir al Bugatti Chiron y al Koenigsegg Jesko en su lucha por la velocidad pura. Objetivo: los 500 km/h.
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