Con la reciente celebración del Goodwood Revival, hemos descubierto un documento de la edición de 2013 que no tiene desperdicio. Se trata de un par de vídeos de un Ford GT 40 dando lo mejor de sí sobre suelo mojado, aunque quizá habría que decir que quien da lo mejor de sí es el piloto, Kenny Brack, quien conduce este modelo de carreras de 1965, perteneciente a Adrian Newey.
En realidad, el vídeo que os enseñamos a continuación no es más que una cruda batalla entre Brack y el coche, puesto que el grip disponible, como nos cuenta el piloto, era casi nulo en según qué partes de la pista, ya que había zonas encharcadas y sitios secos. "Hay que cruzar las zonas mojadas y aprovechar las secas para conseguir la máxima tracción y que el coche avance".
"Hay mucha improvisación en la lluvia. No existe una vuelta perfecta en mojado. No podría haber ido un segundo o un segundo y medio más rápido. Imposible", afirma Brack. "Si estás asustado del coche, como si montas a caballo o te enfrentas a un toro, te va a intentar matar, pero si lo coges por los cuernos, tienes tú el control, y lo mismo pasa con el coche".
"Aunque tan bonito e impecable como es un Ford GT 40, es un coche exigente de conducir porque tiene motor central, el centro de gravedad relativamente alto, más peso en la parte trasera y neumáticos que no tienen mucho agarre", sentencia el piloto.