Cuando pensamos en carísimos automóviles clásicos cuyo valor puede superar los 30 millones de euros, nos los imaginamos en un garaje climatizado de color blanco inmaculado y tan limpio que podríamos comer en el mismo suelo. Pues bien, aunque es probable que muchos de estos coches reposen en lugares como ese, también hay dueños que los disfrutan como se debe, hasta en carrera.
El vídeo que os traemos hoy, producido por Robbert Alblas, tiene como protagonista un codiciado Cavallino, en concreto un Ferrrari 250 GTO. Pero no creas que porque Ferrari fabricara sólo 39 unidades o se hayan llegado a pagar 38 millones de dólares por uno, su dueño lo tiene aparcado. No, aquí lo vemos dándolo todo en el circuito holandés de Circuito de Zandvoort.
Con 4,3 kilómetros de pista, este circuito es revirado y técnico, pero también parece bien divertido, al menos a simple vista. No sabemos quién es el piloto en cuestión, ya que no se indica en el vídeo, pero nos gusta su forma de pilotar, sin contemplaciones. Bueno, y qué decir de ese espectacular sonido procedente del motor 3.0 litros V12 de Ferrari. Un auténtico placer para los oídos que te pone los pelos de punta cada vez que la aguja explora la zona alta del cuentavueltas. Brutal.