Sólo hay una cosa que fascine más a los americanos que las pick-up, y esa cosa son las pick-up vitaminadas al máximo ya sea en formato de circuitos de asfalto, para carreras de aceleración o en sabor todoterreno.
Los originalmente concebidos como vehículos de trabajo se han convertido casi en una subcultura en la que la Ford F-150 es la reina indiscutible. Ahora el prestigioso preparador Shelby ha tomado la versión de serie más prestacional y la ha convertido en la brutal Shelby F-150 Super Snake Sport. Agárrate.
La Ford F-150 más bestia vuelve a ser obra de Shelby
Este mastodonte fue presentado el pasado mes de noviembre en el SEMA Show de Las Vegas. Allí la herencia automovilista de Carrol Shelby desveló una variación sobre la ya de por sí descomunal Ford F-150 Raptor a la que habían hinchado a bebida energética y otros aderezos hasta convertirla prácticamente en una pick-up de carreras.
La Shelby F-150 Super Snake Sport Concept nació como un prototipo, pero ha levantado tanto revuelo que finalmente el preparador asociado a Ford decidió llevarla a la producción, aunque en una serie muy limitada de tan solo 250 unidades.
Salta a la vista que la agresividad deportiva se ha hecho fuerte en la pick-up del óvalo y luce una carrocería de cabina simple a la que se han modificado prácticamente todos los paneles. Capó con entradas de aire, nueva parrilla, paragolpes delantero y trasero, tapa de la cama con alerón integrado... Todo rematado por unas franjas longitudinales.
De perfil destaca la sustitución de las llantas todoterreno por unas generosas piezas de 22 pulgadas de aleación que encierran un nuevo equipo de frenos puesto a punto para la ocasión con discos de mayor diámetro y pinzas de freno acabadas en color rojo.
Por dentro también hay cambios con emblemas de la edición limitada, inserciones de fibra de carbono, asientos exclusivos con una nueva tapicería de piel o unas nuevas alfombrillas con el logotipo, pero lo mejor de todo está bajo su capó.
El enorme motor de serie deja paso a una preparación específica del ocho cilindros en uve de 5.0 litros que parte de los 400 CV de potencia. Pero por un pellizco más se añade un sobrealimentador que dispara el poderío del V8 hasta los 765 CV (571 kW), suficientes para lanzar a la camioneta a 100 km/h desde parado en 3,45 segundos.
Para digerir toda esta potencia en los talleres de la cobra se han afanado para crear una pick-up divertida y segura, así que han modificado el chasis con la instalación de un nuevo esquema de suspensiones que contienen los movimientos de la carrocería y rebajan considerablemente la altura del conjunto. De paso, rematar el conjunto con una línea completa de escape Borla con salida lateral.
El precio de estas 250 salvajadas made in USA será relativamente asequible para tratarse de tanta potencia encerrada en el cuerpo de una pick-up en serie limitada por un preparador como Shelby: 86.085 dólares (77.784 euros) para la versión de acceso y 93.385 dólares (84.380 euros) para la variante sobrealimentada. Ahora la pregunta es con esa escasa diferencia de precio quién no va a querer la variante más potente.
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