Entre las últimas preparaciones con las que nos ha deleitado Mansory están varios modelos Audi. Y el último en llegar ha sido el RS 7 Sportback, en su (valga la redundancia) última entrega, al que el preparador alemán le hace un traje más agresivo y sobre todo lo lleva hasta los 780 CV.
Exactamente la misma entrega de la que presume el Audi RS Q8 pasado por el filtro del especialista y 50 CV más que su preparación del Audi RS 6 Avant. Y es que estos tres coches de la gama deportiva de los cuatro aros comparten el mismo bloque V8 de 4.0 litros.
Además es más potente que el también bestial Audi RS 7 de ABT, que también se atrevió en su momento a llevarlo a un estadio superior poco después de que el nuevo modelo llegara al mercado.
Inyección de 180 CV y de 0 a 100 en 3,0 segundos
Empezando por lo que no se ve, el Audi RS 7 Sportback según Mansory ofrece 780 CV y 1.000 Nm respecto a los 600 CV y los 800 Nm que ofrece el Audi A7 más deportivo. Para ello se ha modificado la centralita electrónica, pero también aporta un sistema de escape de mayor rendimiento, que se corona con cuatro salidas de escape trapezoidales distribuidas dos a dos.
Gracias a estos ajustes el RS 7 de Mansory promete hacer el 0-100 en 3,0 segundos, siendo seis décimas más rápido que el modelo de serie. La velocidad máxima no se desvela, pero se entiende será superior a los 250 km/h que firma el de producción (limitado electrónicamente).
Esta inyección de potencia se acompaña con los clásicos aportes estéticos. Y lo cierto es que Mansory está bastante comedido últimamente, pues al menos a nivel exterior esta preparación de RS 7 no es excesivamente estrafalaria.
Los añadidos en la carrocería se materializan en un frontal más agresivo, con un labio más prominente y nuevas aletas delanteras, así como nuevas taloneras o un difusor posterior más generoso a base de listones verticales.
Todos estos elementos han sido concebidos en la habitual fibra de carbono y hacen gala de acentos en azul, que va en combinación con el aro de las llantas de 22 pulgadas, en negro brillante, que también firma Mansory.
Pero el interior sí que no pasa desapercibido: en el salpicedero, los paneles de las puertas o el volante domina el azul claro "estilo pitufo", que también combina con los detalles del exterior.
Los asientos van tapizados en esta tonalidad y en negro, con detalles en blanco. Tampoco falta la fibra de carbono, presente tanto en el volante como en otros acentos del habitáculo. Y el conjunto se completa con alfombras específicas con motivo de diamante.
El precio de esta preparación no se anuncia, pero no será barata, ya que hay que sumar el Audi RS 7 Sportback donante, el cual en nuestro mercado parte de los 153.840 euros.
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