Alguien ha encontrado la forma más rápida de llegar al cielo: meter un motor a reacción a un coche fúnebre

Los motores a reacción son muy útiles en la aviación, pero no en el mundo del automóvil, como quedó claro con el Chrysler Turbine. Pero a un británico aficionado a la mecánica le ha dado igual porque se ha hecho un coche a reacción.

Concretamente un Opel Omega coche fúnebre que, en lugar de llevar ataúdes, cuenta con un enorme motor a reacción de Rolls-Royce en su parte trasera. Es una locura.

Una ida de olla que da mucho miedo

Cuando mucha gente piensa en modificar un coche, baraja opciones muy comunes, como cambiar las llantas, sustituir el escape de serie por uno que suene más y mejor o instalar una suspensión que mejore el comportamiento dinámico. Lo que no se le ocurre a tanta gente es meter un motor a reacción en un coche fúnebre.

Se mire por donde se mire, la idea no tiene ningún sentido, pero hay veces que no hace falta encontrar una razón de peso para hacer las cosas. Simplemente mola, alguien ha podido hacerlo y lo ha hecho. El resultado es un viejo coche fúnebre con un motor a reacción que mete miedo, algo así como un cohete fúnebre.

Lo mejor de todo es que la modificación es totalmente artesanal. Los chicos de Twin Engine Corsa han subido un vídeo a su canal de YouTube mostrando todos los detalles de este particular Vauxhall Omega fúnebre (en España se vendió como Opel Omega).

El motor a reacción escogido para modificar el Omega es un Armstrong Siddeley Viper faricado por Rolls-Royce entre los años 50 del siglo pasado y el año 2011. Este motor tuvo múltiples variantes a lo largo del tiempo que estuvo en producción y sirvió para propulsar todo tipo de aviones, desde cazas, hasta bombarderos y jets privados.

Por supuesto, es un motor a reacción enorme (alrededor de 1,6 metros de largo y 60 cm de diametro), por lo que ocupa toda la parte trasera del Vauxhall Omega, que ha sido reforzada para soportar bien el peso del motor. Cuando los protagonistas del vídeo lo ponen en marcha, el ruido es ensordecedor y el encargado de dar forma al proyecto asegura que, en ese momento, el motor solo estaba entregando el 50% de su potencia.

Aunque el coche apenas se mueve, su acompañante asegura haber pasado mucho miedo: "Nunca he estado tan asustado a ninguna milla por hora, o a una milla por hora, en mi vida". El dueño del coche asegura que ha llegado a utilizar el 85% de la potencia del motor a reacción.

Si te estás preguntando dónde compró el motor, el dueño explica que simplemente apareció y que cuando lo tuvo quiso dar forma a este proyecto en su garaje. Primero empezó con un motor a reacción ruso, luego pudo comprar el de Rolls-Royce y lo cambió.

Dice que el motor Roll-Royce es más refinado, pero que, cuando lo probó y el coche se puso a más de 110 km/h en un momento, pasó miedo y, por inercia, levantó el pie del acelerador, a pesar de que el acelerador del motor a reacción es una palanca que está en la consola central. También lo pasó mal para detenerlo, pero eso no impedirá que este verano lo lleve al circuito de Santa Pod, en Reino Unido, para dar una exhibición.

Imagen | Twin Engine Corsa YouTube

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