Hoy va de todoterreno la cosa, pero de todoterreno de verdad. Durante muchos años fue un tipo de vehículo muy necesario, especialmente en el mundo rural. Hoy día la realidad es diferente, y el concepto de todoterreno se adapta a los nuevos tiempos.
La mayoría de la población se está agrupando en las ciudades, y estas gozan por lo general de buenas vías de comunicación asfaltadas. Los gustos del cliente 4x4 han cambiado, y si nos fijamos en las diferentes gamas, son una especie en vías de extinción con pocas excepciones, especialmente de precios altos.
En multitud de casos el SUV y sus sucedáneos están tomando el testigo de este tipo de coches. Aceptémoslo, tienen unas características más adaptadas a su patrón de uso y eso ha proliferado su explosión como segmento, del que hablaremos en otro momento. Antes de eso, ¿qué es un todoterreno?
Características de los todoterreno
Además de la tracción total, que es una obviedad, necesitamos un chasis robusto, tradicionalmente el bastidor en escalera (o de largueros y travesaños, o en H) han sido los favoritos. Con la mejora de los aceros se pueden conseguir chasis rígidos en la actualidad con bastidores monocasco, más ligeros y menos costosos.
Además necesitamos facilidades para meterse donde otros coches no pasan: buenos ángulos (entrada, ventral y salida), altura libre al suelo, capacidad de vadeo, recorrido de suspensión. Si contamos con una transmisión con reductora, mejor, podremos hacer más virguerías sin torturar el embrague, y sin necesidad de mucha potencia.
Por otra parte, son coches que suelen ir acompañados de motores fuertes, donde prima la fuerza al refinamiento o las prestaciones. En resumen, nos topamos con coches pesados, incómodos, caros de fabricar, que consumen más, grandes (por lo general), fritos a impuestos y difíciles de conjugar con las áreas urbanas.
Las necesidades reales de estos coches son pequeñas si nos salimos de ámbitos rurales o profesionales. La mayoría de sus clientes simplemente querían un coche de estas características por la sensación psicológica de ir en un coche más duro y más alto. Me refiero tanto a los "papis todoterreno" como a las "mamis todoterreno".
En mercados como el europeo o el japonés, donde el combustible es caro, es más difícil ver todoterreno que en Estados Unidos, Arabia o China. Y si mirásemos con lupa cada caso, lo cierto es que la mayoría de sus clientes no requieren sus capacidades, y que es más bien una cuestión de postureo.
Y ahí es donde entra a colación el mundo del SUV. Ofrecen algo más parecido a lo que los clientes quieren de un coche así, cambian las ruedas de tacos por perfiles bajos, motores que consumen menos, los ángulos pierden importancia, pero mantienen esa sensación psicológica de seguridad.
¿Cuántos todoterreno quedan?
Pues la verdad, pocos. El más barato que tenemos es el Lada Niva/4x4, rústico y tosco de concepción, obsoleto y con un motor 1.7 gasolina que hace remolinos en el depósito. Por un poco más tenemos el Suzuki Jimny, que es pequeñito pero matón. También queda en pie el Grand Vitara. Tata ofrece el Aria, que sirve para la lista.
Por un poco más tenemos el SsangYong Rexton, de los pocos tradicionales que quedan. Antes de llegar a los 30.000 euros tenemos a tiro el Jeep Wrangler de acceso, el más capaz de todos los que he comentado. Sigo saltándome SUV y llego al eterno Land Rover Defender, con 122 CV de potencia, carácter Premium cero y más de 32.000 euros.
Llegamos al escalón de los 36.000 euros, donde ya tenemos a tiro el Toyota Land Cruiser, Mitsubishi Montero y Jeep Cherokee. Habrá que aflojar bastante más por el Nissan Pathfinder básico, 44.500 euros. En torno a los 50.000 euros aparecen los Land Rover Discovery, Jeep Grand Cherokee y Volkswagen Touareg.
Y por encima de 60.000 euros...
Ya no hablamos apenas de marcas generalistas, sino modelos Premium. Modelos como el Mercedes Clase M, Range Rover, Toyota Land Cruiser 200, Mercedes Clase GL y Mercedes Clase G completan la oferta por arriba. Los más caros tienen potencias que superan los 500 caballos, y de gasolina para más inri.
Por el camino me he dejado coches bastante cercanos en concepto pero que son más turismos, como Audi Q7 o Porsche Cayenne, que carecen de reductora pero pueden dar mucho juego. También hay casos como el del Kia Sorento, que en su anterior generación era un todoterreno y ahora es un SUV más. Lo que pide la gente.
Si nos ponemos en plan talibán y exigimos los conceptos más clásicos del todoterreno, la lista se reduce al Wrangler, el Defender, el Land Cruiser, la Clase G y poco más. Habréis visto que en mi lista he añadido modelos con bastidor monocasco. ¿Y los pick-up? Se ofrecen como vehículos de uso industrial y no como turismos.
Si consideramos al todoterreno como el negro y los turismos como el blanco, los SUV y _crossover_ se han adueñado de los escalones grises que hay entre ellos. Si eliminamos el requisito de la reductora, la lista va a subir mucho. Por ejemplo el Subaru Forester con cambio Lineartronic (CVT) no la echa de menos para nada.
La hibridación ha llegado también al mundo del 4x4, como en los Volkswagen Touareg Hybrid, Range Rover Hybrid, Lexus RX 450h, Audi Q5 Hybrid, Mitsubishi Outlander PHEV y Porsche Cayenne S Hybrid. La posibilidad de la tracción eléctrica reduce también la necesidad del uso de reductoras, hay control total de la baja velocidad.
Los sistemas electrónicos que gestionan a voluntad el ABS, control de tracción y control de estabilidad dan muchas facilidades al conductor. Es decir, se requiere menos técnica para salir airosos de algunas situaciones, aunque no son el remedio universal para la torpeza.
¿Por qué esta decadencia?
Así que, como hemos visto, poca oferta hay para los menos pudientes. Son gamas pensadas más para la gente con mayores recursos económicos. Los colmos llegan en versiones de batalla larga, motores de gran cilindrada con burrocientos caballos y unos precios de escándalo (y mantenimiento acorde a eso).
También hay que comprender que pocos sitios quedan que solo estén al alcance de un todoterreno, como donde vivía el abuelillo que no sabía que el Real Madrid había vuelto a ganar la Copa de Europa; o donde llega el SEPRONA, sus bolígrafos y sus recetas por transitar por caminos rurales que quitan las ganas de repetir.
No nos extrañe por tanto que el mundo del todoterreno esté en decadencia, porque donde realmente hacen falta es en países en vías de desarrollo, o en el tercer mundo, donde un SUV se come los... eso. En los países desarrollados, el todoterreno tiende a ser rural/profesional o un elemento de ostentación más.
Por ejemplo, hay gente que solo requiere una suspensión más alta para poder ir por pistas de tierra sin miedo a que una piedra rompa una protección inferior (y eso si la hay). Hay _crossover_ de tracción delantera que hacen el apaño a menos que se haya convertido eso en un barrizal.
También tenemos que admitir que los todoterreno son, dinámicamente, malos en carretera, y ahí los "grises" ganan por paliza. De hecho, la mayoría de los todocamino tienen sus ajustes dinámicos, tracción total, suspensión... para circular principalmente por carretera, como elementos de seguridad activa, no para hacerse trialeras.
Por otra parte, el auge del monovolumen hizo que no fuese necesario tener un todoterreno para transportar a siete personas o gozar de grandes maleteros, reduciendo una vez más el sentido de los todoterreno puros. Donde hacen falta es allende nuestras fronteras, donde el desarrollo no es tan cotidiano.
Y ahora, ¿qué?
No ha de extrañarnos tampoco la mala reputación que se han granjeado los todoterreno por contaminantes (tanto en zona urbana como en el propio campo), por la imagen que han dado sus dueños, por ser símbolos del exceso y no racionalidad... Algo ha calado del mensaje ecologista de responsabilidad.
El todoterreno se está prostituyendo, impulsado por las lógicas del mercado del mundo desarrollado. Para la mayoría de usos que le darán los conductores medios, un todocamino puede ser más que suficiente, especialmente en las manos adecuadas, que sepan distinguir por dónde pasa, y por dónde no, ni con el _winch_.
Llegados a este punto, alguien se pensará que he bebido aceite 20W40 y que defiendo los SUV. Estoy hablando de necesidades, pero la realidad es que la mayoría de las compras de SUV no tienen nada que ver con un uso racional de prestaciones fuera de carretera, y es principalmente postureo. Como hablé al principio.
Puestos a elegir, prefiero que haya una invasión de SUV que de todoterreno, están más cercanos al mundo del turismo y eso aplica al bien común: menos consumo de combustible, más seguridad vial. Los fabricantes también los prefieren, son mucho más rentables, especialmente los Premium, donde el estacazo es mayor.
Pero los SUV están evolucionando en el sentido de ser turismos grandes, perdiendo más capacidades fuera de carretera. Ahí es donde están los fríos datos que hablan de que las versiones 4x2 son las que más venden, y con motores modestos. En conclusión, que llegan a ser inútiles a la menor complicación fuera de asfalto.
Lo que en principio era algo lógico como alternativa al todoterreno está yendo por un sendero en el que un día se quedará atascado y tendrá que venir en su rescate un auténtico todoterreno con ruedas de tacos, _winch_ y la autoridad de ir por donde le dé la gana al conductor, sin letras pequeñas.