Actualmente Infiniti no vende ningún turismo con motor diesel, pero eso va a cambiar este verano. Ya sabemos que el propulsor va a ser un 3.0 V6 a 65º con 238 CV de potencia y un par máximo de 550 Nm. Es un desarrollo conjunto de la alianza Renault-Nissan que estará en varios modelos Renault, Infiniti y Nissan.
En el caso del todocamino FX, el diesel se situará como la versión de acceso a la gama, al ser menos potente que el FX37 de gasolina (320 CV). El diesel costará seguramente menos de 60.000 euros y paga impuesto de matriculación en su tramo más alto (14,75%) por su nivel de emisiones, razonable para el coche que es.
El Infiniti FX30d, que así se llamará, gasta 9 l/100 km de gasóleo. No habrá cálculos de rentabilización, si el gasolina más caro está amortizado antes de arrancarlo. Por pura lógica será uno de los modelos que más ventas acapare, a día de hoy para comprarse un Infiniti gasolina hay que ser rico, o ser accionista de Repsol, o estar loco.
Acelerará a 100 km/h en 8,3 segundos, más lento que el FX37 pero una cifra muy decente para un coche de su tamaño y su peso. Quien se meta fuera de la carretera como otros working class españoles de clase media/baja tendrá a su disposición un par máximo más adecuado a la práctica del off-road.
Además de lo evidente, el coche tiene otros cambios. El subchasis delantero es diferente y tiene entradas de aire más grandes, por lo que se ha rediseñado un poco el paragolpes delantero. El capot ha sido modificado para que quepa el sistema de refrigeración que necesita un motor como este.
El cambio será automático, como en el resto de la gama, accionable por levas en el volante. ¿Veremos muchos Infiniti en la carretera ahora? No es el mejor momento del mundo precisamente. Eso sí, la marca debería notar un incremento significativo de sus matriculaciones, como ya le pasó a Lexus al vender el IS 220d (su único diesel).
Además del todocamino FX, llegará el ciclo diesel a los EX y la nueva berlina M. Los precios todavía no se han definido, os informaremos cuando eso ocurra.