Continental presentará en la Feria de Electrónica de Consumo (CES) de Las Vegas 2016 que se celebrará del 6 al 9 de enero una tecnología de 'Cristal de Control Inteligente' que permite el oscurecimiento automático de los cristales del coche. Esta tecnología aumenta la comodidad del conductor y los pasajeros, la seguridad y también reduce el consumo de combustible.
Ya hay sistemas que consiguen esto, como es el caso de los retrovisores fotosensibles o los techos solares de algunos modelos premium, pero esta tecnología no se ha llevado todavía a las ventanillas, luneta y parabrisas del coche. Continental va a por ello insertando una lámina en el cristal con partículas en suspensión que se colocan aleatoriamente cuando no hay alimentación eléctrica y oscurecen el cristal.
Es decir, necesita una mínima cantidad de electricidad para recolocar esas partículas y dar transparencia. Ya tiene preparado un prototipo con este sistema aplicado en las ventanillas laterales, luneta trasera y en el parabrisas. Pero en el caso del parabrisas sólo en la parte donde irían los parasoles.
Y es que con la ley hemos topado, habrá que ver cómo se resuelve ahora el tema legal porque hay diferencias entre los distintos países. En España no se pueden oscurecer las ventanillas delanteras ni puede haber nada que obstaculice la visión en el parabrisas (la pegatina de la ITV en la esquina superior derecha y poco más, aunque luego algunos cuelguen hasta un jamón del retrovisor interior).
Esta tecnología de Continental evita los deslumbramientos, mejoraría por tanto la comodidad y la seguridad, pero también reduce la temperatura del habitáculo, lo que permite equipar un sistema de climatización más ligero y eficiente. Y si nos ponemos puntillosos, hasta sobran los parasoles y podemos reducir unos gramos más de peso. Menos peso y climatización más eficiente es igual a menos consumo.
Además, al aparcar el coche los cristales dejan de recibir electricidad y se oscurecen, así que protegen el interior de la radiación solar y de miradas indiscretas. Esta tecnología ya está desarrollada y lista para producción, lo que ahora falta es una segunda fase de desarrollo para reducir costes y poder universalizarla.
Otro paso más será poder elegir el color resultante de ese oscurecimiento, que por el momento es azulado.