Después de años trabajando y experimentando en el ámbito de la conducción autónoma, la división experimental del gigante de Internet, Google X, ha desvelado un prototipo de coche autónomo que cuenta con dos plazas pero prescinde del volante, de los pedales, de los retrovisores o del equipo de música, por ejemplo. Vamos, que el conductor está completamente fuera de la ecuación.
Este pequeño prototipo biplaza, que Google pretende poner en la calle en apenas un año, está equipado con un motor eléctrico limitado a una velocidad máxima de 25 millas por hora (unos 40 km/h) y no cuenta con ningún tipo de mando de control, más allá de un botón Stop/Go y un "botón del pánico" para detener el vehículo.
De momento la compañía californiana está fabricando 100 prototipos para realizar pruebas este mismo verano. Lo que Google no ha dejado claro es si pretende meterse en el negocio de la fabricación de automóviles o si bien suministrará esa tecnología a los fabricantes. Desde luego tiene muchas posibilidades, siempre y cuando puedan persuadir a los legisladores sobre la posibilidad de un coche sin conductor. Por ejemplo, para taxis autónomos.
Durante estas futuras pruebas los empleados de Google a bordo del vehículo autónomo deberán tener controles manuales para el vehículo, ya que las leyes sobre vehículos autónomos que los permiten en los estados de California, Nevada y Florida, se crearon pensando en que siempre hubiera un conductor capaz de tomar el control en caso de emergencia.
Por tanto, los prototipos iniciales contarán con volante y pedales, aunque se pretende que el producto final prescinda de ellos. Según Google, en el coche autónomo no tiene demasiado sentido el conductor humano, ya que no se puede confiar en que alguien que puede ir durmiendo, distraído o leyendo, confiando en los sensores y ordenadores, tome las riendas en una situación de riesgo.
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Vía | New York Times