Mediante un detector especial, puede determinarse en qué vehículos se está teniendo una conversación, y previa comprobación de que se usa un teléfono por el conductor y no se trata de un pasajero o un manos libres, se facilita la detención y posterior multado.
Cada minuto de conversación distrae más al conductor, por que no se pueden desarrollar las dos tareas a la vez, y empeora con el tiempo. Las posibilidades de tener un accidente suben hasta un 400% si utilizamos un teléfono móvil. Los agentes podrán utilizar un disparo pequeño de pintura para marcar al coche o un inhibidor para cortar la conversación antes de proceder a la detención, proporcionado todo por la misma empresa.
Este método, patentado por Highway Safety & Technology, se utiliza ya en unos pocos países europeos y hará aparición en EEUU en otoño. No creo que tarde mucho en adquirirlo la Guardia Civil, los Mossos o la Ertzainza, por que no sólo de velocidad vive el infractor. Un manos libres cuesta poco dinero y es una inversión en seguridad, pero no atender el teléfono mientras conducimos, directamente no tiene precio.
Si no tenemos copiloto que lo coja, para algo está el contestador.
Fuente | Newlaunches