Hace ya unos meses que la nueva limusina presidencial rusa de Vladimir Putin fue presentada ante el mundo, pero lo que no sabíamos es que existiría una versión civil. Según el medio británico Autocar, el vehículo lo fabricará la marca Aurus, perteneciente al instituto ruso de automoción (NAMI).
Esta especie de Rolls-Royce al estilo ruso, denominado Aurus Senat, acaba de ser mostrado al público en el Salón de Moscú, y se ofrecerá a partir del año que viene en dos variantes con diferente distancia entre ejes, y también con dos poderosos motores bajo el capó, de ocho y doce cilindros.
El modelo convencional tiene una longitud de 5,63 metros y una batalla de 3,3 metros, es decir, es más de 30 centímetros más largo que un Audi A8 L (5,3 metros) y le saca casi 20 centímetros al Mercedes-Maybach Clase S (5,46 metros), pero sigue siendo más corto que un Rolls-Royce Phantom (5,76 metros).
La variante de batalla larga, por su parte, mide 6,63 metros (¡un metro extra!) y su batalla es de 4,3 metros. En este caso es es bastante mayor que un Rolls-Royce Phantom de batalla larga (5,98 metros) y supera incluso al gigantesco Mercedes-Maybach Clase S Pullman de 6,5 metros de largo.
En el habitáculo destacan la tapicería de cuero, molduras decorativas de madera, detalles metálicos, un cuadro de instrumentos digital junto a una gran pantalla multimedia en el centro del salpicadero, asientos traeros reclinables, mesitas plegables de tipo avión, nevera, etc...
Menú a elegir: V8 o V12
Para un vehículo con tanta clase es casi obligatorio ofrecer motorizaciones que tengan también pedigrí, y en este caso los rusos proponen dos opciones. La de acceso es un 4.4 litros V8 apoyado por un motor eléctrico, con una potencia de 598 CV y en combinación con una transmisión automática de nueve velocidades. Promete un 0 a 100 km/h en menos de seis segundos.
Por su parte, los clientes que quieran la mayor exclusividad posible podrán optar por un 6.6 litros V12 de unos 860 CV, que se dice pronto. En cualquier caso, el Aurus Senat ofrece un sistema de tracción a las cuatro ruedas, un detalle muy importante en un país como Rusia, donde los inviernos son extremadamente duros.
De momento se desconoce el precio del modelo -que podría llegar a venderse en otros mercados además del ruso-, aunque el ministro ruso de industria y comercio habría comentado que costará al menos un 20% menos que sus lujosos rivales ingleses de Rolls-Royce y Bentley.