El Bentley Grand Convertible es novedad en el Salón de Los Ángeles, aunque por el momento se trata sólo de un prototipo. Según la marca es el descapotable más sofisticado jamás creado por Bentley ya que está elaborado completamente a mano. El color azul que luce su elegante carrocería se llama Sequin Blue y es un color personalizado creado a partir de una sola lentejuela del vestido de alta costura de una de las clientas de la marca.
Ese color se combina sobre el capó y el marco del parabrisas delantero con un plateado líquido que le queda muy bien. Bajo ese color se esconde un conocido motor, el mismo V8 de 6.3 litros y doble turbocompresor que monta también el Mulsanne de Bentley que con sus 537 CV y 1.100 Nm de par motor consigue mover esta bestia del asfalto con mucha soltura.
Los agraciados pasajeros de su interior disfrutarán de una mezcla exquisita de texturas y formas, gracias al uso de catorce pieles curtidas por métodos naturales y a los bordados de color azul brillante con hilo Sequin Blue en forma de rombos de diferente tamaño que se disponen a lo largo de las distintas molduras y superficies del coche.
Lo más destacado lo encontramos en la parte trasera, dónde el enchapado Burr Walnut simula que estamos en un yate. Dicen que esta es la pieza más grande jamás construída para un Bentley, y dispone de una serie de líneas paralelas en acero cromado que le dan un aspecto realmente elegante y refinado.
Aunque por el momento el Bentley Grand Convertible no es más que un prototipo, todo parece indicar que podría convertirse en breve en un limitado modelo de producción que no se diferenciará mucho de este. Antes deberá pasar también por la Art Basel de Miami, la feria internacional de arte moderno y contemporáneo más importante del mundo.