Un año más las montañas alpinas de Andermatt (Suiza) y sus alrededores se convirtieron en el epicentro mundial de los súper coches por unos días, con la celebración de Supercar Owners Circle 2019, la quinta edición de este evento de prestigio a nivel mundial. Pagani Zonda, Koenigsegg Regera, Bugatti Chiron a pares, Ferrari LaFerrari, Ferrari F40 LM... El nivel de coches respecto a otros años dio un salto considerable y volvimos a vivir en primer persona lo que se siente cuando uno está en el cielo de los coches.
El vídeo del 5º aniversario de Supercar Owners Circle
Tal vez este vídeo de lo que pudimos vivir en Supercar Owners Circle este año sea el mejor aperitivo de lo que voy a contaros a continuación, con el único objeto de tratar de haceros sentir como me sentí yo formando parte de este exclusivo grupo durante tres días.
Por segunda vez acudí a Suiza el último fin de semana de agosto para participar en este evento. No se me ocurre mejor forma de poner fin a la temporada de verano que esta, entre supercoches casi imposibles de ver en entornos normales y rodeado de gente que, independientemente del puesto que ocupen en la lista Forbes, lo que me volvieron a demostrar es auténtica pasión por los coches.
El plan de viaje para mí era el mismo del año pasado. Volar de Madrid a Zurich, allí coger un simple pero práctico Volkswagen Golf TDI de alquiler y recorrer los más de 170 kilómetros que la separan de la localidad de Andermatt. También era importante hacerlo sin meternos de lleno en los interminables atascos que forman los millones de personas que quieren cruzar Los Alpes para regresar a sus casas en Italia, Francia o Alemania.
Llegamos a Andermatt y la climatología sorprendentemente acompañaba. Los apenas 8 grados de máxima y lluvia constante que tuvimos el año pasado se habían convertido en unos más que agradables 17 grados con sol revitalizante este año. Paramos a comer en la pizzería La Curva, en pleno centro de Andermatt. ¡Qué bien viene un sitio de pasta rica (y económico) cuando estás tan lejos de casa!
Mientras comimos hicimos tiempo hasta que Josef Ajram, que es con quien íbamos una vez más, llegase desde Barcelona conduciendo durante 1.600 kilómetros su espectacular Lamborghini Diablo SV preparado por Strosek. El año pasado un Mercedes McLaren SLR y este año un Diablo, buen e interesante cambio de montura.
Como de costumbre el ambiente el Andermatt era especial, ya que en sus calles se mezclaban los habitantes locales, turistas que visitaban sus espectaculares paisajes de montaña, equipos de ciclismo que estaban preparándose físicamente, con cientos de jóvenes con tendencia a agacharse cámara en mano cada vez que pasaba un coche por delante de ellos. Sí, son los car spotters.
Primera alineación completa en el Furkapass
Este año la organización de Supercar Owners Circle había preparado un programa de actividad algo más intenso que el del año anterior. La primera cita era ese mismo viernes por la tarde para subir el Furkapass.
Se trata de uno de los puertos de montaña más famosos de Los Alpes, el cual se corona a 2.400 metros de altura. Se lleva utilizando desde la época romana, cuando a través de esa ruta se transportaban sal, vino, pieles y cereales. Allí se rodó una escena mítica en la que Sean Connery conducía un Aston Martin DB5 en 1964 en la película Goldfinger de la saga James Bond.
Si alguna vez tenéis la ocasión de ir por allí, es muy recomendable subir en el Dampfbahn Furka-Bergstrecke AG, el ferrocarril de vapor que todavía funciona como atracción turística por la zona, el cual atraviesa entre otras cosas el un túnel construido en 1925 a 2.160 m de altitud, el más alto a través de los Alpes suizos.
Nosotros en lugar de en ferrocarril, íbamos a ir en un cohete como es el Lamborghini Diablo SV de Josef Ajram, un arma de 500 caballos que estaba recién puesto a punto después de haber recorrido media Europa en el Europe Tour del 6to6.
En la primera parada de la caravana, mientras esperábamos a que los responsables del Automóvil Club de Suiza cerrasen al tráfico la carretera que sube al puerto, pudimos empezar a ver todos los coches juntos.
Un chaval de 20 años se detiene detrás del Lamborghini conduciendo un espectacular LaFerrari de color negro con el interior en rojo. Viene a ver el Diablo, porque dice que es el coche de sus sueños cuando era pequeño. Nosotros en cambio no podemos dejar de babear viendo su joya de Maranello, la cual tiene una configuración perfecta. 'Mañana os montáis si os apetece', nos dice.
Delante de nosotros un Wiessmann nuevo con motor V8 procedente del BMW M5. Me pongo a charlar con el copiloto mientras hacemos fotos de los coches aprovechando el espectacular paisaje que formaban las montañas del fondo. Ex ejecutivo de Rolls-Royce, me dice que ahora está en Wiesmann, que la ha comprado un fondo de inversión para revitalizarla.
Caminar por aquella infinita recta que en paralelo a la vía del tren, era estar en el paraíso. Porsche 918 Spyder había dos, Bugatti Chiron otros dos, Bugatti Veyron Grand Sport Vitesse, Pagani Zonda, Huayra y Huayra Roadster, Koenigsegg Agera, One:1, Regera. ¿Faltaba alguno? No, estaban todos los supercars que queríamos ver.
Tras subir el Furkapass y llegar a la cima disfrutando del inigualable paraje que nos regalaron las laderas verdes que se escondían entrea con la densa niebla y los miles de caballos de la caravana, tocaba volver al exclusivo hotel The Chedi, elegido recientemente como el mejor hotel de lujo del mundo.
He tenido el privilegio de estar a lo largo de mi vida en muchos hoteles muy buenos durante las presentaciones de coches, pero ninguno como The Chedi. Ir en invierno a esquiar a Andermatt y volver a una de sus habitaciones con chimenea, disfrutar de un masaje relajante en el Spa y cenar en su restaurante japonés con estrella tiene que ser toda una experiencia.
En el restaurante del hotel estaba preparada la cena para todos los participantes. Conseguimos crear un "rincón de habla hispana" en aquella cena multinacional. Españoles, argentinos, mexicanos y un nombre ilustre en esto de los supercoches, Horacio Pagani que nos acompañó con su hijo.
Fue un placer poder charlar con Horacio sobre sus coches, sobre los de otros fabricantes a los que admira y sobre muchos temas en los que claramente se percibía que además de ser un excelente ingeniero y gestor de su marca, lo que mueve todo en su vida es una vez más la pasión por los coches.
Tras la cena bajamos al garaje a contemplar la alineación de modelos que habían llegado para participar en el evento de este año. Junto con Horacio fuimos admirando coche a coche, hasta que llegamos a sus obras, representadas por el espectacular Pagani Zonda Única que también estaba allí el año pasado, por el nuevo Pagani Huayra Imola y por los coches que ellos mismos habían traído, un Zonda de la colección particular del argentino y un Huayra BC que usan como coche de desarrollo.
Viendo el espectacular Pagani Huayra Ímola, Horacio me explicó que "todos los elementos de fibra de carbono dispuestos a lo largo de la carrocería tienen una función activa en el sustento aerodinámico de ese supercoche. No hay nada ornamental".
Al aeródromo
Sin duda el plato fuerta de Supercar Owners Circle son las carreras de aceleración que se celebran en el aeródromo de Ambri, un precioso aeropuerto que en origen estaba destinado al uso militar. Enclavado entre las laderas de dos montañas, con una pista de aterrizaje de dos kilómetros de largo y cuarenta metros de ancho, hoy iba a ser testigo de las carreras de aceleración más absurdamente caras de este año.
Allí durante toda la mañana los participantes sacaron el máximo partido a sus coches, dando lugar a piques de lo más curiosos como puede verse en los vídeos. Bugatti Chiron vs Bugatti EB110. Ferrari F40 LM vs Koenigsegg One:1. Pagani Huayra Imola vs Koenigsegg Regera. Cualquier enfrentamiento que imaginases podría darse allí, aunque es cierto que los participantes deberían aprender a usar los sistemas de launch control de sus supercoches.
Incluso los clásicos tenían su lugar y su hueco en esta nueva edición de SOC. Lógicamente, no vale cualquier clásico para participar en dicho evento. Este año encontramos allí los Jaguar C-Type y D-Type que la propia marca está reeditando, un Mercedes 300 SL Roadster equipado con sus pertinentes esquís de madera en la parte posterior o un precioso Ferrari 250 SWB entre muchos otros.
Sobre la pista de Ambri los pudimos ver compitiendo uno contra otro, convirtiendo Supercar Owners Circle en un evento que de alguna manera, también nos trasladó al pasado.
La cena de gala, en el garaje
Por la noche la cita era en un lugar especial y querido por todos los participantes, el garaje de The Chedi. Allí la organización había preparado una cena sorpresa con una ambientación muy especial.
No hay mejor fondo para una cena que los propios coches que estaban en ese garaje. En el centro una mesa imperial para 190 personas y en los laterales los coches. A mí me tocó cenar con el Ferrari LaFerrari negro detrás, justo a su lado el Porsche 911 GT1 de color gris. Enfrente tenía el Bugatti EB110 y, casualidades de la vida, sentada justo delante del coche enfrente de mí, la hija de Romano Artioli, creador de ese coche.
La cena fue de lo más entretenida, con una conversación de lo más interesante. No es para menos, ya que a mi derecha estaba Sabine Schmitz y a la izquierda el creador de una compañía llamada Pal-V que está trabajando en el proyecto del primer coche volador, el cual cuenta con un sistema de aspas como si fuesen las de un helicóptero.
Durante la cena, los distintos patrocinadores del evento fueron sorteando regalos entre los asistentes: que si un fin de semana en una suite en The Chedi, un charter de Netjets en avión privado para 7 personas por Europa, un fin de semana en un resort de superlujo en Sudáfrica, una plaza para el track day de Supercar Owners Circle en Ascari o un día de charteo en un barco Vanquish en la costa de Niza o Ibiza. Nivelazo.
Pero sin duda el plato fuerte de la noche llegó con los premios a los coches más rápidos en las carreras de aceleración en el aeródromo. La organización había puesto un radar por sorpresa para medir la velocidad a la que los coches llegaban a la parte final de la pista.
Para sorpresa de muchos, el más rápido fue un Porsche 918 Spyder de color amarillo fucsia que alcanzó 317 km/h de punta, aunque a juzgar por lo que vieron mis ojos, creo que no midieron la velocidad la única vez que el Koenigsegg Regera salió a correr. Me atrevo a decir que rozó los 400 km/h.
¿Cómo mejorar un evento como este? Difícil misión
Este año 2019, Supercar Owners Circle vivió un salto cualitativo y cuantitativo en cuanto a los coches que asistieron. Es casi imposible encontrar otro evento en el mundo donde se reúnan más de 10 Pagani, 8 Koenigsegg, varios Bugatti Chiron y Veyron y se mezclen con piezas tan exclusivas como los Ferrari 288 GTO, F40 LM, F50, un Enzo de carbono, Maserati MC12 Stradale o un Porsche 911 GT1 por citar solo algunos.
A pesar de la juventud de este club y sus eventos, que solo llevan celebrándose cinco años, Supercar Owners Circle ya se ha convertido en una marca tan potente como lo es la Car Week de Monterrey y se acerca, salvando las diferencias, al Goodwood Festival of Speed.
Lo más importante es que SOC no pierda su esencia, siga siendo un club en el que sus socios sienten verdadera pasión por los coches y quieran seguir compartiéndola al menos una vez al año. Si todo sigue así, nosotros desde la tierra podremos seguir disfrutando de las imágenes únicas que nos deja cada año la reunión anual en Andermatt. Disfrutad de la galería de fotos, no tiene desperdicio.