El legendario McLaren F1 ya tiene heredero: un superhíbrido de casi 1.300 CV que quiere meter miedo a Bugatti

Los McLaren F1 y P1 forman parte de la historia. Ahora, dejan paso al McLaren W1. La histórica marca inglesa ha presentado su nuevo superdeportivo, propulsado por un innovador motor V8 híbrido con una potencia combinada de 1.275 CV. Sencillamente, el McLaren de calle más feroz de la historia.

McLaren así inicia un nuevo capítulo en su larga historia con el W1, el sucesor de los legendarios F1 y P1. La nueva creación de Woking es la máxima expresión del superdeportivo, una mezcla superlativa de potencia demencial, aerodinámica de vanguardia y tecnología punta por dentro y por fuera.

McLaren W1: un homenaje al McLaren F1 y a la Formula 1

El propulsor V8 biturbo híbrido del sucesor del P1 está preparado para ofrecer una potencia máxima de 1.275 CV, que se transmitirán en su totalidad a través de las ruedas traseras. O, para reducirlo al mínimo común denominador, 637 CV por neumático, en un coche homologado para circular por calle.

Inspirado en años de innovación en competición, el W1 toma su nombre de la "W" de World Championship, un homenaje a los 16 títulos de pilotos y constructores de Fórmula 1 cosechados por McLaren.

¿Y cómo es esta nueva obra de arte de Woking? De entrada, es un tracción trasera y no tiene motores eléctricos en el eje delantero. McLaren no ha seguido el ejemplo de Ferrari, Lamborghini y Aston Martin que han optado por un eje delantero de tracción eléctrica, como se ve en el SF90, el Revuelto y el próximo Valhalla. Sin embargo, mantener la tracción trasera del W1 tiene la ventaja indiscutible de añadir ligereza.

Así, el W1, con todo su sistema híbrido, pesa tan sólo 1.399 kg. Eso es tan sólo 139 kg más que el legendario McLaren F1. Además, el W1 presume así de una relación peso-potencia de sólo 911 CV por tonelada, la mejor cifra obtenida nunca por un McLaren de calle.

El corazón de la bestia es un nuevo propulsor de ocho cilindros, el MHP-8, que desarrolla la friolera de 928 CV y está acoplado a un motor eléctrico de 347 CV alimentado por una batería de 1,3 kWh.

La potencia total es de 1.275 CV con un régimen máximo para el V8 de 9.200 rpm. Es la mayor potencia jamás producida por un McLaren. Toda esta potencia se transmite a las ruedas traseras, en una arquitectura inspirada en la Fórmula 1.

Asociado a una caja de cambios de 8 velocidades (sin marcha atrás, pues ésta es 100% eléctrica), el bloque lleva al W1 de 0 a 200 km/h en 5,8 segundos, de 0 a 300 km/h en menos de 12,7 segundos, con una velocidad máxima autolimitada de 350 km/h. Sí, porque además la velocidad está limitada. Aunque no me cabe duda que tarde o temprano habrá una versión sin restricción.

En términos de aerodinámica, la marca se mantiene fiel a su reputación, iniciada por el fundador Bruce McLaren y su famoso M6A con efecto suelo Can-Am a finales de los años 60, para perfeccionar cuidadosamente la aerodinámica del W1.

La plataforma aerodinámica es la más avanzada jamás producida en un coche McLaren de carretera, con un monocasco "Aerocell" que incluye asientos integrados y reposapiés elevados con pedales y dirección ajustables. El Aerocell también incluye fijaciones para las primeras puertas “Anhedral" de McLaren. Es decir, puertas en alas de gaviota.

Combinado con unas ventanillas laterales más pequeñas, este diseño de puertas optimiza el flujo de aire desde los pasos de rueda delanteros hasta los radiadores, proporcionando un espacio de refrigeración adicional y reduciendo el tamaño de los radiadores necesarios para refrigerar el motor. Y por tanto permite ahorrar peso y espacio para la mecánica.

En cuanto a la carrocería, algunas de las tecnologías utilizadas proceden directamente de la F1, en particular el alerón trasero McLaren Active Long Tail, que se extiende 300 mm para disminuir la carga aerodinámica en favor de la velocidad máxima. Es decir, funciona como un DRS.

Es todo muy impresionante y en línea con sus ilustres predecesores, sin duda, pero a nivel estético es como si hubiera dado un paso atrás. Evidentemente, sus prestaciones harán que uno se olvide de su aspecto, pero  donde el F1, de Peter Stevens, y el P1, de Franck Stephenson, era además obras descaradamente bellas y originales, el W1 es más previsible. Es mucho más agresivo, por ejemplo, pero también es más previsible en sus trazos, dictados más bien por el túnel del viento que por un diseñador.

Aun así, ¿quieres uno? Pues llegas tarde, a menos que ya tengas tu nombre en la lista. McLaren dice que los 399 coches que fabricará para clientes particulares ya están todo adjudicados, a pesar de que los precios empiezan en dos millones de libras esterlinas en el Reino Unido, unos 2,39 millones de euros, antes de que el cliente se suelte con las opciones ilimitadas que puede equipar el coche.

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