Esta vez, los de Top Gear me han llegado al alma. Nada menos que una prueba del algodón en toda regla al Aston Martin DBS, que desde que lo vi en la última película de James Bond se ha convertido en uno de los objetivos más imposibles de mi vida. Después de salir del trance al ver la galería de imágenes que nos puso SandMan, vale la pena sentarse un poco más y ver cómo Jeremy Clarkson le da un repaso a este superdeportivo, y se pregunta por qué es especial si a) corre menos que el Vantage Vanquish, b) es muy parecido al DB9 y, además, tienen el mismo motor, y c) vale aproximadamente 50.000 libras más (unos 70.000 euros más).
Para rematar la faena, nada menos que el Stig dándose una vuelta al circuito de Top Gear, y sacándonos los colores en buena parte de las curvas con ese tacto supremo que tiene… una verdadera gozada. Va a ser verdad eso de que si te compras un DB9, llegará un momento en que coincidirás con un DBS y querrás suicidarte.
Gracias a Sergio por la pista.