El Hispano Suiza Carmen Boulogne debía haberse presentado en sociedad en marzo de este año en el Salón de Ginebra, tras el debut del Carmen en la misma cita el año anterior. La repentina anulación de la cita helvética hizo que hasta ahora no lo hubiésemos podido conocer en persona. Estas son las primeras impresiones tras una cita, todavía en estático, con el Hispano Suiza Carmen Boulogne.
La semana pasada acudía a la presentación del Hispano Suiza Carmen Boulogne en Madrid con algo de escepticismo. Siempre que surge un proyecto de un nuevo coche de magnas dimensiones a nivel nacional, como lo fueron en su momento los de GTA Spano o Tauro, ambos fallidos, hay que ser cautos en la información que se transmite sobre ellos.
Confiaba en que en el caso del Hispano Suiza Carmen Boulogne, que era el protagonista de esa noche en el Hotel Westin Palace de Madrid, todo fuese distinto. Simplemente por no mancillar el ilustre nombre de una marca como Hispano Suiza, orgullo patrio a comienzos del siglo pasado para los amantes de la automoción, no debería serlo. Y no lo fue.
Afortunadamente nada más ver delante de mí el nuevo Hispano Suiza Carmen Boulogne me dí cuenta de que este coche no se iba a quedar solamente en un prototipo ni en una mera herramienta de marketing promocional para salvaguardar los derechos de la marca. Es un coche muy hecho, un coche real, con mucho trabajo de desarrollo detrás con un gigante como QEV Technologies al mando de la parte técnica y eso se percibe en muchos detalles desde el primer momento en que lo ves.
Un supercoche eléctrico más potente y ligero
El Hispano Suiza Carmen Boulogne es un supercoche eléctrico, con 1.114 CV de potencia, lo cual supone un aumento de 95 CV respecto a su hermano el Carmen. Su velocidad máxima también aumenta pasando de 250 a 290 km/h. Acelera de 0 a 100 km/h en 2,6 segundos.
Para ello cuenta con dos dos motores síncronos de imán permanente de 410kW, ambos situados en las ruedas posteriores, que son capaces de entregar 1.600 Nm de par. La vectorización del par se gestiona mediante sistemas electrónicos desarrollados internamente.
Las baterías están compuestas por 700 celdas, tienen forma de T y están dispuestas desde los asientos hasta la parte posterior del coche. También son de desarrollo interno cuentan con refrigeración líquida y un sistema de control de temperatura también desarrollado por la propia compañía.
En cuanto a la carga, admite carga rápida de 80kW DC, con lo que en sólo 30 minutos puede pasar del 30 al 80% de carga a través de un cargador rápido CCS2. También cuenta con opciones de carga CHAdeMO y GB/T.
A simple vista llama la atención el uso extensivo en todas sus piezas de fibra de carbono, elemento clave para conseguir que en báscula declare un peso de sólo 1.630 kg, lo cual supone un ahorro de 60 kg frente a su hermano el Carmen.
Todos los paneles que dan forma a su característica carrocería pesan solo 64,5 kilos. Por lo demás, se han ahorrado otros 25 kilos en la suspensión, 15 kilos con el uso de un nuevo subchasis, 15 kilos optimizando el chasis monocasco de fibra de carbono y mediante el uso de nuevas piezas de CNC y la incorporación de un techo de fibra de carbono, se ahorran otros 6 kilos.
Estilo clásico en un supercoche eléctrico de futuro
El Hispano Suiza Carmen Boulogne sigue el diseño de inspiración clásica del Carmen, pero en este caso se ve más deportivo que clásico, tal vez por la ausencia del elemento más llamativo de su hermano, las ruedas posteriores cubiertas por la carrocería.
El diseño, al igual que el desarrollo y la fabricación, se ha realizado en España y más concretamente en Barcelona. Dicen de su diseño que busca la reacción emotiva de quien lo ve y al mismo tiempo busca ser reconocible al instante. Es uno de esos coches que gana en persona.
Los detalles en color cobre, como la parrilla delantera o el nombre del modelo en la parte posterior, son junto a la fibra de carbono barnizada vista, los elementos que más destacan en un diseño que mezcla lo clásico y lo vanguardista.
Los faros delanteros son los mismos que lleva el Carmen normal, mientras que en las ópticas posteriores de forma circular y cóncava, se inserta dentro de cada una el logotipo de la marca, la cigüeña.
Las llantas son de 20 pulgadas y tienen un diseño muy cerrado, tanto que no se llegan a ver apenas los frenos carbono cerámicos desarrollados por AP Racing con 6 pistones para morder los discos de 380 milímetros y 34 milímetros de grosor.
Los pasos de rueda posteriores hacen una forma muy característica, que recuerda hasta cierto punto a una lágrima. Es una cadera ensanchada que va perdiendo grosor hasta el vértice posterior del coche dando continuidad así a la línea del techo.
Estábamos viendo el coche con detenimiento, apreciando que hasta los remaches a la vista que luce en los pasos de rueda lucen el logo de Hispano Suiza cuando una persona de la marca sacó el teléfono móvil y desde él dio la orden de abrir las puertas.
Son puertas de tijera con apertura automática mecanizada, las cuales se elevan y giran de forma suave, elegante y calmada. En los pontones de las puertas las letras de Hispano Suiza integradas en la trama de la propia fibra de carbono dan la bienvenida a un interior en el que destaca el Alcántara en color negro y piel.
Los asientos con calefacción y ajuste eléctrico lucen la palabra Boulogne sobre el respaldo. Todos los telares se trabajan a mano en las instalaciones de Hispano Suiza en Barcelona.
Destacan mucho las dos pantallas de brillo intenso que encontramos en el interior, una tras el volante con unas grafías de estilo clásico y la otra sobre la consola central.
El color cobre está por todas partes y combina con el naranja tulipán que se aplica a los asientos, por ejemplo, para marcar algunos detalles de ellos.
Al ser un coche tan exclusivo del que solo se van a fabricar cinco unidades, los clientes que se decanten por uno podrán configurarlo a su gusto y pedir lo que quieran a la marca para que el coche se adapte a sus gustos.
Justo encima de los botones que permiten seleccionar el modo de marcha entre D, P, R y N, encontramos una pequeña placa que acredita que es 1 de los 5 que se fabricarán.
Es en el interior donde, ya sentado en el asiento del conductor, aprecio que realmente no estamos ante una simple maqueta de un futuro coche, sino que se trata de un prototipo casi definitivo. Los ajustes, la calidad de los acabados y los materiales empleados son de alto nivel y están listos para cumplir con los requerimientos de clientes que, sin duda, serán muy exigentes.
Las luces LED dispuestas por el interior para asegurar que se crea un ambiente agradable, el volante multifuncionales o la pantalla táctil de 10,1 pulgadas son el toque moderno en un coche con un marcado estilo clásico también en el interior.
Pocas unidades y un precio de 1,65 millones de euros
Esta primera cita en persona con el Hispano Suiza Carmen Boulogne ha servido para ir abriendo boca antes de que podamos conducirlo el próximo año, algo que nos han asegurado desde la firma española. Sin duda, será toda una experiencia sentir cómo se comporta un coche eléctrico con semejante potencia, ya que hasta la fecha el eléctrico más potente que ha pasado por nuestras manos ha sido el Porsche Taycan Turbo S de 761 CV de potencia.
El Hispano Suiza Carmen Boulogne costará desde 1,65 millones de euros (más impuestos) y será sin duda una pieza para los coleccionistas más exquisitos. Las cinco ediciones especiales de Carmen Boulogne se unen a las 14 unidades del Carmen para llegar al total de 19 unidades en producción y se espera que las primeras entregas comiencen en 2022.
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