Subaru tiene una gama de modelos SUV muy completa, formada por el Forester, el XV y el Outback. El primero se renovó hace tres meses, el segundo está funcionando muy bien a nivel de ventas y el Outback lo hemos podido probar esta semana con el motor bóxer diesel de 150 CV combinado con el nuevo cambio automático CVT Lineartronic que tanta falta le hacía.
Además estética y mecánicamente el Outback ha recibido una ligera mejora para seguir siendo una opción muy a tener en cuenta en su segmento en el que cada vez hay más competidores, como el Volkswagen Passat Alltrack, el Audi A4 AllRoad, el Volvo XC70 o el Peugeot 508 RXH. ¿Qué ofrece el Subaru Outback 2013 para ser mejor que todos ellos?
Pues muchas cosas. Por un lado, el Subaru Outback está ya en su cuarta generación y por tanto tiene más madurez que el resto. Es un modelo que nació en el año 1995, que mejoró en su segunda y tercera generación presentadas respectivamente en los años 1998 y 2003. Esa tercera generación además recibió en el año 2008 el fantástico motor bóxer diésel del que ya hemos hablado en otras ocasiones.
En 2009 llegó la cuarta generación, lo cual sitúa al Subaru Outback como el buque insignia de entre los SUV de la marca japonesa, un coche que siempre se ha mantenido fiel a los principios de Subaru: motor bóxer, tracción simétrica y ahora una caja de cambios CVT Lineartronic que ellos mismos han diseñado y desarrollado.
Pequeña puesta al día para el Subaru Outback 2013
Hay que tener muy buen ojo para darse cuenta de qué ha cambiado en el Outback 2013 respecto al modelo original de cuarta generación presentado en el año 2009. Básicamente la parrilla delantera ha ganado en tamaño y eso ha obligado a cambiar la forma del paragolpes delantero.
Los faros antiniebla están ahora situados en una nueva posición, ganando más protagonismo en el frontal que ahora se ve más robusto gracias a la forma de las protecciones plásticas de estos faros. Por último las llantas también han cambiado ligeramente su diseño, aunque casi no se nota.
En el interior si que hay más cambios mucho más notables que en el exterior. La consola central cambia por completo pasando del color gris al negro todos los mandos. Estos son además más intuitivos y modernos. El navegador también es de nuevo desarrollo, con un funcionamiento mejorado.
En el cuadro de mandos encontramos ahora una gran pantalla LCD situada en posición central, que además de dar las indicaciones necesarias para el conductor (por ejemplo los datos del ordenador de a bordo) de forma más clara y precisa, también mejora considerablemente la calidad percibida.
El volante tiene un tacto excelente e incorpora los mandos multifunción que permiten manejar los diferentes sistemas del vehículo, desde el control de velocidad de crucero hasta la radio y los elementos de información.
Por otro lado, la calidad de los tapizados de los asientos ha mejorado, la ausencia de llave y por tanto la incorporación de un botón de arranque y parada son novedad. Lo mismo ocurre con la incorporación de un freno de mano eléctrico en una nueva posición que hacen que el espacioso habitáculo se vea más moderno y actual que en 2009.
En lo que todavía falla un poco es en el tacto que tienen algunos plásticos del interior, bajo mi gusto demasiado duros y ásperos. Es algo que no entiendo bien, porque a pesar de que las puertas por ejemplo van tapizadas en cuero, luego te encuentras con un salpicadero de plástico duro y tacto desagradable.
Mecánicamente ha recibido cambios en las suspensiones, que tienen nuevos muelles, las barras estabilizadoras y los soportes del chasis. Hemos podido conducir el modelo de 2010 con el motor 2.5i de gasolina y el nuevo de 2013 con el motor 2.0D con el cambio CVT Lineartronic para apreciar las diferencias entre ellos, y aunque en una toma de contacto es complicado apreciar las diferencias mecánicas, si que es cierto que tenían un tacto bastante diferente.
Practicidad ante todo
Con sus 4,79 metros de largo y un habitáculo aprovechado al máximo, el Subaru Outback 2013 sigue siendo un coche muy versátil y utilizable. Comparado con un Audi A4 AllRoad que es el modelo más similar que he podido conducir últimamente, la sensación de espacio en este es infinitamente mayor.
Puedes llevar el asiento muy echado hacia atrás que los ocupantes de las plazas traseras nunca tendrán problemas con dónde meter las piernas. Además en las plazas delanteras la amplitud a la altura de la cabeza y hombros unida a una superficie acristalada muy superior ayuda a que el confort sea muy bueno.
Además el maletero del Subaru Outback dispone de 526 litros de capacidad con una superficie de carga muy baja, lo cual ayuda a subir bolsas pesadas sin tener que ser campeón de halterofilia como ocurre en coches como el BMW X6 por decir uno.
Diesel y CVT Lineartronic se compenetran muy bien
La principal novedad a nivel mecánico del Subaru Outback 2013 ha sido la llegada de la transmisión automática CVT Lineartronic para el motor bóxer diesel. Ha tardado en llegar, pero es que como nos contaban los propios responsables de la marca, Subaru no compra tecnología a otras marcas y la han diseñado ellos.
La CVT Lineartronic ya existía en otros modelos Subaru, pero esta es la primera vez que se combina con este motor. Esta combinación irá llegando a otros modelos de forma paulatina. Como es lógico, se le han hecho muchas modificaciones para adaptarla al par motor del diesel y a las características de éste, así que podemos hablar de una caja Lineartronic de segunda generación.
Subaru nos había preparado una ruta de unos 100 kilómetros por los alrededores de Madrid para poder probar el coche, así que nos dispusimos a ello. Lo primero que llama la atención en el Outback diesel es lo suave que suena el motor, tanto que cuando lo pones en marcha en parado, no tiene nada que ver con cualquier otro diesel.
La ausencia de ruidos y vibraciones hacen de él el motor diesel más silencioso y suave de cuantos he probado en los últimos años, y os aseguro que han sido muchos. Lo mismo ocurre cuando estás en marcha. El bóxer no vibra, y su sonido es tan discreto que dentro casi no se escucha y fuera tienes que estar muy cerca del coche para escucharlo.
Así pues, primero nos dirigimos hacia una carretera nacional de las afueras de Madrid. El motor bóxer acelera de forma muy progresiva pero con fuerza suficiente para mover los casi cinco metros del conjunto con soltura. Entrega 150 caballos a 3.600 RPM, pero no es necesario estirarlo tanto para disfrutar.
Para eso dispone de 350 Nm de par entre 1.600 y 2.400 RPM que unidas a la caja de cambios automática, hacen que la aceleración sea contundente y más que suficiente para un coche de estas características. El convertidor de par de la caja de cambios es específico para este motor, y se adapta perfectamente a la forma en que éste entrega el par.
La caja dispone de dos modos como es habitual, uno automático y otro manual con levas en el volante. A pesar de ser una CVT, se notan los pasos entre una marcha y otra, algo que se agradece para que no tengas la sensación de que estás una vez más al volante de tu maxiscooter.
En el modo automático la caja pasa claramente de una a otra relación, aunque de forma casi instantánea y sin que haya pérdidas de potencia. Además si te aburres, tienes dos levas en el volante que te permiten pasártelo realmente bien, porque con ellas puedes ir jugando con las siete marchas de forma constante y asegurarte así una sensación de conducción más semejante a la de un coche manual tradicional.
Así pues, el Subaru Outback es un rutero perfecto, ya que combina la suavidad y excelente comportamiento del bóxer diesel con la practicidad de la caja de cambios automática. Es la combinación perfecta bajo mi punto de vista, aunque Subaru estima que el 50% de los compradores seguirán optando por la caja manual de seis velocidades.
Durante la prueba diluvió, y aunque las carreteras tampoco eran demasiado reviradas, la sensación de aplomo del coche fue total en todo momento. El bajo centro de gravedad y el reparto constante de la tracción entre ambos ejes es una garantía en este sentido, y el Subaru Outback demostró más aplomo en este sentido que muchos de sus rivales.
Y es que pese a la tendencia del segmento en que los coches con tracción integral la activan solo de forma reactiva cuando es imprescindible por faltas de tracción en alguno de los ejes, en el Subaru Outback se está repartiendo siempre un 60% de potencia al eje delantero y un 40% al trasero.
En situaciones de falta de adherencia, este reparto puede llegar a ser de un 50:50. Es por ello que los consumos medios de 6,3 l/100 km que homologa Subaru son bastante buenos para un coche que frente a lo que ocurre con sus rivales, siempre está enviando fuerza a ambos ejes.
El Subaru Outback 2013, una opción muy a tener en cuenta
En Subaru saben hacer muy buenos coches, de eso no he tenido dudas nunca. El Outback es un ejemplo más de cómo hay que hacer un SUV con aspecto de berlina. Además frente a sus rivales, ofrece unas aptitudes todoterreno capaces de dejar en ridículo a más de un SUV de gran tamaño.
Es por ello que mucha gente que tiene fincas o va habitualmente al campo o a esquiar, es fiel cliente de la marca. Con un Subaru Outback puedes llegar a sitios dónde con sus rivales más directos no podrás ni acercarte.
Por eso, porque su tecnología le hace único y porque su precio a igualdad de equipamiento es mucho más competitivo que el de sus rivales, creo que el Outback tiene todavía mucho recorrido en el mercado, y más todavía con la llegada del cambio automático Lineartronic.
La única pena es que su aspecto exterior se haya adaptado tanto a los gustos norteamericanos y haya perdido ese encanto especial que tenía aquel Outback de segunda generación sin marcos en las ventanillas. Aun así, el Outback sigue teniendo una personalidad propia, un estilo inconfundiblemente Subaru que tanto gusta a los clientes de la marca.
Precios de la gama Subaru Outback 2013
Los Subaru Outack 2013 están ya disponibles en los concesionarios españoles, y todos ellos tienen una campaña promocional de precio de 3.000 euros (ya aplicada en los precios a continuación).
** Motores de gasolina - Subaru Outback 2.5i Lineartronic Executive: 34.500 euros - Subaru Outback 2.5i Lineartronic Executive Plus: 36.500 euros
** Motores diesel manuales - Subaru Outback 2.0 TD 6MT Sport: 30.700 euros - Subaru Outback 2.0 TD 6MT Executive: 32.400 euros - Subaru Outback 2.0 TD 6MT Executive Plus: 35.900 euros
** Motores diesel Lineartronic - Subaru Outback 2.0 TD Lineartronic Executive: 34.400 euros - Subaru Outback 2.0 TD Lineartronic Executive Plus: 36.000 euros
Como habréis podido observar si optas por el motor diesel con el equipamiento más alto Executive Plus, la diferencia de precio entre la versiones con caja manual y automática CVT Lineartronic es de solo 100 euros. Yo no tendría ninguna duda sobre por cual optar.