Es bastante habitual escuchar que alguien se ha confundido poniendo gasolina en vez de diésel en el tanque, aunque con los nuevos diseños de los vehículos, hoy en día es físicamente imposible introducir la manguera equivocada. Pero desde Reino Unido nos llega una historia aún más bestia, cuyos detalles nos obligan a no juzgar tras leer la primera frase.
Julie Nicklin, la propietaria de un smart ForTwo de 2005, acabó atrapada en su pequeño coche después de que acabara éste envuelto en llamas. Echó gasolina en el conducto equivocado: el del puerto de entrada de aire del motor. Sin embargo, tanto la boca del tanque de combustible como este conducto son prácticamente iguales, y no es la única persona que ha tenido problemas.
Un error no tan inusual
Probablemente, Julie no estaba familiarizada con el vehículo o bien andaba distraída. El caso es que procedió a abrir una tapa redonda y negra convencida de que se trataba de la del combustible, y llenó la entrada de aire del motor de gasolina.
Lógicamente, al momento de arrancar, el coche comenzó a arder escandalosamente, y Julie quedó atrapada. Por suerte, otro automovilista fue lo suficientemente valiente como para sacarla de allí momentos antes de que el Smart acabara explotando a lo Misión Imposible. Tal y como relata la 'nada' amarillista cabecera británica The Telegraph, nadie resultó herido.
Desde Jalopnik nos descubren un hilo en el que podemos ver que no solo la pobre Julie ha tenido conflictos con estos dos conductos. Un hilo de la web 'smartz', que data de 2010, muestra los comentarios de propietarios que no entienden la similitud en el diseño de las dos tapas.
Mientras que la entrada de combustible se sitúa en el lado derecho y es redonda y negra, la de aire está de forma totalmente simétrica en el lado izquierdo, y también es redonda y negra, aunque indica en su interior y en una frase casi ilegible "NO FUEL". Por suerte, las versiones posteriores del smart ForTwo cambiaron el diseño de la toma de aire a algo que no parece el depósito de combustible.