Cuestión de tener luces para ir en coche

Cuenta la Historia que a Alphonse Gabriel Capone no lo pilló la Policía por haberse cargado a montones de personas, ya fuera con sus propias manos o usando intermediarios, sino por algo tan poco apasionante como la evasión de impuestos. Y algo así, salvando las distancias cualitativas y temporales, les pasó a unos ladronzuelos que fueron detenidos… por circular sin luces.

Sucedió el viernes en Bilbao. Dos mozos de 18 y 19 añitos fueron pillados en un semáforo con el coche que acababan de robar en una casa unifamiliar de Muskiz. Iban sin luces, con el coche aporreado y sin ningún tipo de documentación. Claro, al hacer las comprobaciones los ertzainas que los pillaron vieron que el coche era robado, y al echar un ojo al interior del coche y ver dos teles y una bicicleta que también habían sido sustraídos, digamos que se les puso cara de circunstancias.

Y eso, por no llevar encendido el alumbrado que corresponda, tal y como mandan los artículos 98 a 107 del Libro Gordo de Petete. Ojo, el de Bilbao es un caso aislado. A cuántos faunos no habremos visto por la carretera sin el alumbrado correspondiente, ya sea por exceso o por defecto… y nadie los ha llevado presos por más que alguno lo mereciera. ¿Y si hablamos hoy de gente con pocas luces?

A las claras: No soporto que la gente use las luces de mala manera… o que ni las utilice. No me cabe en la cabeza, no lo entiendo y no lo acepto. El otro día en un comentario que hizo Juan Sosa Castro por ahí mencionaba un llamamiento a la unidad en cuestión de normas que hice en Circula Seguro hace algo más de un año y que partía, precisamente, de un ejemplo con luces leído en Menéame y que reproduzco una vez más:

Conocí a un tipo que hacía algo muchísimo peor. Su comportamiento era, al conducir de noche, pasar los cruces de calles donde tenía un stop sin pararse. ¿Cómo? Apagaba las luces de su propio coche para dejar el cruce a oscuras. Si veía las luces de otro coche transversalmente, que correspondían al coche que venía por la otra calle, se paraba. Si no las veía, asumía que no venía nadie y pasaba sin parar. Se quedó con cara de perplejo, como de “¿cómo no se me había ocurrido?” cuando le dije que se iba a pegar una castaña de espanto el primer día que coincidiera en un cruce con otro gilipollas que usara la misma táctica que él.

Sí, hijo, sí. Hay gente tan esperpéntica como para jugar así con un elemento imprescindible para la seguridad como es el sistema de alumbrado. Otros ya no llegan siquiera a este nivel de estupidez. Es que simplemente no saben cómo funcionan las luces y ni se lo han planteado. Y luego están los que viven dentro de su pompa y no se enteran de que en la calle ha oscurecido.

Ah, y también está la leyenda urbana aquella del tío que va de noche con el coche, se encuentra un coche sin luces en sentido contrario, le hace ráfagas para avisarle y entonces el coche que va sin luces se pone a perseguirlo hasta sacarlo de la carretera. Que sí. Lo leí en un correo que me envió un tipo que me decía también que Hotmail cerraría mi cuenta y que 2012 marcaría el fin del mundo.

Ojo, aunque cuentan en Alicante que algún caso parecido se ha dado… Johnny, la gente está como una regadera.

Los sin luces en acción

En cualquier caso, el mayor riesgo que tienen los sin luces es para los demás. Ah, sí. No hace ni una semana que, mientras adelanto a un camión en un túnel de las rondas de Barcelona vislumbro… ¿algo en el retrovisor? De repente… ¡tachán!, se encienden las luces y veo que alguien con un Ibiza se me acerca a la hostia de toda velocidad y aspira a convertirse en remolque de mi coche. El susto fue majo.

En este terreno estamos gestando también un curioso espécimen, que es aquel que cree que las luces de conducción diurna sirven lo mismo pa un barrío que pa un fregao, olvidando que si no encienden las luces de posición y cruce al entrar en un túnel por detrás no se les ve porque sus lucecillas rojas siguen apagadas. Y hablando de luces de posición, ¿de dónde habrá sacado la gente que si el día está gris esas son las que hay que usar y no las cortas? Mí no entender.

Por cierto, ahí va un recuerdo muy sentido para un profe de autoescuela al que veía yo perpetrar sus actuaciones en mi zona de trabajo, que enseñaba a sus alumnos a ir siempre con luces de cruce para que no tuvieran que preocuparse de ponerlas en marcha cuando fuera preciso. Que no haya que pensar, que el cerebro se cansa. Aprendizaje premium, sí señor.

Nada que ver esa actitud con la de deslumbramientos que producen los graciosos que no son capaces de ver un chivato de color azul en el panel de instrumentos, los más graciosos todavía que no son capaces de ver uno de color amarillo auto o los graciosos que sin llevar largas ni antiniebla son capaces de deslumbrarte por todo lo alto.

¿Cómo? Cargando el coche hasta los topes sin regular el haz de luz o dejando que las ópticas se desalineen y que cada faro acabe apuntando hacia una dirección: tú a Málaga y yo a Cuenca. Total, hasta la próxima ITV no tienen por qué mirar si el coche está bien. Y si la gente pita o hace gestos, seguro que es por envidia de una mirada tan luminosa.

Y del xenón no hablo porque me pongo esotérico. Sobre todo, si leo en un manual del conductor cualquiera la palabrería oficial que asegura que las lámparas de descarga reducen el riesgo de deslumbramiento. Sí, pues será para el que las lleva, porque el que las sufre por el retrovisor exterior se queda como una liebre cuando le das las largas en medio del campo.

¿Cómo se cambian las bombillas de un coche?

Capítulo final merece el tío que va con el coche tuerto desde que lo compró. Claro, esto presenta algunos problemas. Quizá el más divertido es pensar que viene una Mobylette y encontrarte que es un Nissan Qashqai disfrazado, pero otro está en que vemos el coche tuerto y ya pensamos que el tipo lleva el coche así desde hace meses. Y los hay que sí, pero también los hay que intentaron cambiar la bombilla de buena gana y con buena predisposición de ánimo… y se quedaron mancos.

Lo complicado que es hoy en día cambiar una puñetera bombilla halógena H7 común, vulgar, corriente y moliente. A mí se me ha llegado a romper el conector, de lo salvajemente que iba anclado. Y eso, dejándome en la mano todo un muestrario de heridas y cortes producido contra los doce millones de elementos que se hacinan en el vano motor como si hubieran pagado un piso patera entre varios.

Pero he sido siempre un privilegiado en este sentido. Nunca he tenido un coche de esos que tienes que extraerle hasta el motor y el embrague para sacarle las bombillas. No, exagero, claro, pero sí que los hay que necesitan que se le desmonte el paragolpes, por ejemplo. Y me acucia una duda: ¿Serán coches diseñados por Chuck Norris o por tipos sin luces como los dos detenidos en Bilbao?

También te puede gustar

Portada de Motorpasión

Ver todos los comentarios en https://www.motorpasion.com

VER 58 Comentarios