La semana pasada Volvo España organizó la duodécima edición de sus Jornadas de Conducción Segura en el Circuito del Jarama, a las afueras de Madrid, un curso de conducción segura a nivel principiante impartido por la Escuela RACE de conducción.
Estos cursos están destinados a clientes particulares o de pequeñas y medianas empresas de la marca. Se celebran durante una semana completa de lunes a sábado y vienen a atender a unos 500 conductores distintos. Así que si tenéis un Volvo y os interesa un curso de este estilo, podéis preguntar en vuestro concesionario porque se hacen cada año.
Curso básico de seguridad
El contenido del curso no ha cambiado con respecto al que hicimos el año pasado y que os explicamos con todo detalle, así que en esta ocasión, para no repetirnos, seremos muy breves y os invitamos a leer aquel artículo si no tuvisteis ocasión en su día.
El curso es media jornada. Comienza con una pequeña clase teórica para repasar ciertas cuestiones técnicas y físicas del comportamiento de un automóvil y continúa con varias secciones prácticas que se realizan con diferentes modelos de la gama de la marca sueca:
- En pista deslizante mojada se aprende a frenar y esquivar con ABS y a entender cómo actúa el control de estabilidad ESP en una curva.
- En un minicircuito con obstáculos se comprueba el funcionamiento del sistema de frenado automático City Safety.
- En el circuito se conducen varias vueltas siguiendo al coche del monitor para ver en la realidad los conceptos teóricos de trazada y reacciones en curva.
- En el minicircuito de todoterreno se conocen las capacidades de los todocaminos sobre tierra y pasos complejos.
Como muchos sabéis Volvo no es la única marca que realiza cursos. Ya sea para clientes, ya sea para cualquiera, a veces gratuitos, y otras de pago, marcas como Mercedes-Benz, Audi, BMW, Porsche o Volkswagen (las que se me vienen a la mente ahora mismo) también organizan jornadas así, ya sean de conducción segura, de conducción deportiva, de conducción todoterreno o de conducción en nieve.
Y además fuera de las marcas, en España hay múltiples escuelas de conducción a las que poder acudir para realizar cursos de conducción. Son especialistas en ello y son muy completos. En Madrid está el RACE, en Barcelona el RACC, pero en Andalucía o en la Comunidad Valenciana también hay escuelas.
Los cursos de conducción segura, a nivel principiante o a nivel avanzado, y con contenidos que pueden variar entre cursos más resumidos de media jornada o cursos más intensivos de hasta dos jornadas, son útiles para entender que conducir un coche no es una tarea tan simple como nos creemos.
Ayudan a anticiparse, a saber frenar, a no asustarse cuando actúan el ABS o el ESP, a entender mejor la física de la conducción y pensar en la trazada de las curvas, y a entender el efecto de la velocidad sobre el comportamiento del coche.
Los límites de la física son tozudos: siempre están ahí
La anécdota de estas jornadas me servirá para ejemplificar un error que muchos conductores cometen en la carretera. Un compañero de otro medio, novato en lo que respecta a cursos de conducción segura y conducción en circuito, tuvo un percance con uno de los coches.
En la sección de conducción en circuito perdió el control del coche en una curva y se salió de la pista acabando finalmente contra el guardarraíl. Resultado: nadie se hizo daño, pero en el lateral del coche (aleta, puertas) quedó registrado a hierro que conducir no es un juego.
Hay algo que mucha gente no sabe: el Circuito del Jarama no es cualquier circuito. Está viejecillo y se ha quedado pequeño, pero es un trazado magnífico aunque muy técnico, complejo y exigente. Cada curva es diferente, hay desniveles, y no, no se pueden pasar las curvas como con la play.
Da igual quien sea, y no voy a hablar de ello para recrimárselo. Esto nos puede pasar a todos, porque todos somos novatos alguna vez, porque todos conducimos y porque en general muy pocos conductores han recibido formación en conducción más allá que la estrictamente necesaria para sacarse el carné.
No quiero asustar a nadie: los cursos de conducción se realizan en circuito, con monitores profesionales (que suelen ser pilotos que saben lo que hacen) y en condiciones controladas para tener máxima seguridad, pero aún así pueden pasar estas cosas. Lo más normal es que uno se lleve por delante un par de conos como mucho, pero otras veces puede ser más grave.
Aunque se conduzca un buen coche (sea Volvo, o sea de la marca que sea) los límites de la física siguen ahí: los neumáticos se agarran sobre el asfalto hasta donde pueden y el ESP hará su trabajo, pero no hace milagros. Hay que conocer la curva: saber cómo trazarla y conocer la velocidad máxima a la que se puede entrar.
Y claro, además hay que saber cuándo frenar y cuándo no, cuándo acelerar y cuándo no, y cómo girar el volante. Y no, esto no es nada fácil, por eso algunos somos solo conductores y otros, más "finos de manos" son pilotos.
Así que recordad que no hay nada mejor para no tener sustos, ni accidentes, ni dañar nuestro querido coche, ni resultar heridos (o algo peor) que conducir prudentemente, concentrados, sin confiarnos, sin creer que sabemos conducir mejor de lo que sabemos, y llegando a la curva a menos velocidad de la límite (porque como me dijo un gran monitor una vez: "como entremos un poco pasados en esta curva nos manda a tomar por saco antes de que te enteres").
En Motorpasión | Jornadas Volvo de Conducción Segura 2012