Llega el verano y con él el aliado imprescindible en cualquier viaje: el aire acondicionado. Para exprimir todo su potencial sin descuidar el factor seguridad vial, es igual de importante tener en cuenta tanto su mantenimiento cada dos años como su correcto uso.
Y es que cuenta desde la dirección en la que circula el aire hasta la forma en la que lo activamos.
Orientar los difusores antes de subir la potencia
La DGT, a través del Centro Técnico de SEAT, nos recuerda los cinco errores más comunes a la hora de utilizar el aire acondicionado y cómo optimizar su uso:
Obviar la orientación de los difusores de aire. El aire frío tiende a bajar, de igual forma que el aire caliente 'sube'. Por ello, antes de aumentar la potencia, es recomendable redirigir el flujo del aire frío hacia arriba, y no hacia la cara. Así se reparte el aire por todo el coche de forma uniforme.
Usar de forma incorrecta el botón de recirculación del aire. Esta función permite reciclar el aire del interior del habitáculo, y es ideal para evitar que entre aire sucio al interior, como en el interior de un túnel o en un atasco.
Sin embargo no es aconsejable usarlo durante mucho tiempo (más de 10 minutos), ya que puede, por un lado, crear condensación en las lunas y hacer que los cristales se empañen, y por otro puede enrarecer el aire.
Poner el aire al máximo. Uno de los errores más comunes cuando nos montamos en un coche que ha estado expuesto al sol es el de poner el aire al máximo para enfriarlo.
Pero es recomendable abrir las puertas y ventanillas primero para ventilar el habitáculo y rebajar de forma natural la temperatura interior. Según explica la firma, en una media hora se pueden recuperar los 25ºC.
No activar el aire. Desde SEAT recomiendan activar siempre el aire acondicionado para evitar que se empañe cuando se eleve la temperatura exterior y mantenerlo renovado mientras conducimos.
No realizar el mantenimiento del sistema. Como el aceite, los neumáticos o el líquido de frenos, el sistema de climatización también necesita un mantenimiento específico. Se recomienda cambiar los filtros cada 15.000 ó 20.000 kilómetros.
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