Balance del Salón de Madrid 2012

El Salón de Madrid de este año ha sido algo inusual. Hay dos aspectos fundamentales que han trastocado en gran medida a este evento bianual. Por un lado el abandono de su orientación hacia la movilidad sostenible, y por el otro lado, la coyuntura económica que atraviesa el país.

En realidad, ambas circunstancias se han retroalimentado entre sí, y resulta difícil saber cual de ellas es la que más peso ha tenido para provocar que al final, esta edición haya estado a la altura de anteriores certámenes.

Objetivamente, el número de novedades presentadas, indicador básico del éxito de un evento de este tipo, ha sido realmente bajo, ya que tan sólo hemos tenido dos que hayan merecido ser tratadas con detenimiento (Volvo V40 y Isuzu D-Max).

Además, la comparación con 2010, año de la anterior edición, es fácil de hacer. Incluso estando el Salón de Madrid orientado a la movilidad sostenible, pudimos ver algunas novedades notables, como el Nissan Leaf, el Lexus CT 200h, o el Volkswagen Golf Blue-e-motion, y por supuesto el número total de marcas y fabricantes que acudieron al evento superó con creces al de este año (34 frente a 8, a pesar de los denodados esfuerzos de la organización).

En cuanto a presencia y cobertura en los medios nacionales, no podemos decir que haya sido mala, como no lo ha sido la asistencia del público que según datos de la organización ha alcanzado las expectativas, con 287.000 visitantes (en 2010 hubo cerca de 60.000 visitantes, pero en cuatro días y con una temática más reducida).

Hecho un pequeño resumen de la situación de partida, creo que lo mejor es que veamos pormenorizadamente las distintas opiniones y sensibilidades de todos aquellos que, de alguna manera, hacen posible que el Salón de Madrid se haya celebrado este año.

La opinión de las marcas asistentes

Vaya por delante que las marcas que han asistido son parte interesada, pero eso no quiere decir que su opinión tenga que ser intencionadamente falsa o poco realista.

Pues bien, el sentir general, en mi opinión, conjuga una cierta sensación de éxito y fracaso que para aquel que pregunta puede ser algo contradictoria. Creo que dominaba más una sensación de obligación, de deuda con el propio Salón y el público, que una percepción de que el esfuerzo percibido iba a tener unos retornos aceptables.

Tanto es así, que de hecho, una mayoría de marcas han decidido que no compensaba acudir al Salón. Es un punto de vista importante, porque normalmente se habla de la opinión de las marcas que sí han acudido, pero es importante señalar también la opinión de las marcas que han declinado la oferta, dejando de esta manera meridianamente claro su punto de vista.

Hay que tener en cuenta, no obstante, que las marcas que han acudido han realizado un importante esfuerzo, y al final, han dado la cara por ellas mismas y por un sector atenazado que se debate entre los malos datos (propios y ajenos) y la esperanza de que las ayudas estatales ayuden a maquillar una situación en la que las previsiones auguran, por ejemplo, que un tercio de los concesionarios tendrá que cesar su actividad.

Por eso opino que no sería justo juzgar al delantero que ha fallado el penalti. Lo falla el que lo tira, el que se queda en el banquillo (como el grupo VAG al completo por poner un ejemplo), no se expone al error.

La opinión del equipo de Motorpasión

Lo primero que hay que decir es que el Salón del Automóvil de Madrid de este año no ha sido uno de los mejores, a los datos objetivos del principio me remito, pero estos tan sólo nos enseñan una realidad observable sin ni siquiera pisar un pabellón de IFEMA.

Por eso, mi compañero Hatzive tuvo el acierto de acudir el día de prensa junto con el resto del equipo de Motorpasión, además de otro día del pasado fin de semana, y las sensaciones que nos transmitió son demoledoras y no dejan mucho margen para la duda (podéis ver su opinión en Motorpasión Respuestas).

La atención hacia los visitantes fue disminuyendo junto con el número de coches abiertos, y al final, lo que debería ser un punto de encuentro y referencia del sector acabó pareciéndose más a un concesionario multimarca. La verdad, no les culpo, aunque creo que esta actitud ha dejado un mal sabor de boca en no pocos asistentes.

Creo también que, después de las serias dudas sobre la celebración del Salón, y con su continuidad todavía siendo discutida, el mero hecho de que al final hubiera una nueva edición en 2012, generó unas expectativas que al final no se han correspondido con la realidad.

Y entonces, ¿de quién es la culpa de que las cosas no hayan ido bien? Pues de todos y de nadie. No creo que sea la labor de un foro como este señalar a nadie. Aquel que se crea responsable sabe que en el propio pecado va la penitencia.

Sin embargo, lo que sí creo que debemos, y podemos hacer, es animar al público madrileño, que al final es quien conforma el corazón de este evento, para que su respaldo sea motivo suficiente para que el la próxima edición del Salón de Madrid sea mejor, no ya que la de 2012, si no la de 2010.

Vuestra opinión

Como digo, al final, la razón del ser del Salón del Automóvil de Madrid sois todos vosotros, los amantes del mundo del mundo del motor que acude a un evento como este para dar rienda suelta a su afición.

Por eso vuestra opinión es realmente importante, y por eso os hemos preguntado en Motorpasión Respuestas acerca de ella. De nuevo, os animamos a que la expreséis aquí. Daos prisa porque ya hay muchas respuestas, algunas de ellas muy bien valoradas por cierto. Como siempre, la próxima semana en esta sección os mostraremos las más interesantes, además de formularos una nueva pregunta.

En Motorpasión | El Salón del Automóvil de Madrid 2012

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